El Comité de Emergencias sobre la COVID-19, en reunión celebrada ayer, acordó por unanimidad que el brote sigue constituyendo una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII).
El Comité fue convocado por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus, con arreglo a lo dispuesto en el Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI), celebró su cuarta reunión el 31 de julio, y manifestó su «agradecimiento a las iniciativas de respuesta a la pandemia de COVID-19 realizadas por la OMS y sus asociados y puso de relieve la duración prolongada prevista de la pandemia de COVID-19, tras señalar la importancia de mantener iniciativas de respuesta sostenidas en el ámbito comunitario, nacional, regional y mundial».
La OMS declaró que el brote constituía una ESPII —el nivel de alarma más alto en virtud del RSI— el 30 de enero pasado, en un momento en que había menos de 100 casos y ninguna víctima mortal fuera de China. Asimismo, transmitió el asesoramiento del Comité a los Estados Parte como recomendaciones temporales en virtud del RSI.
“La pandemia es una crisis sanitaria que ocurre una vez cada cien años y cuyos efectos se dejarán sentir durante decenios», dijo el Dr. Tedros al Comité en su alocución inaugural del viernes. «Muchos países que creían haber dejado atrás lo peor, se enfrentan ahora a nuevos brotes. Algunos que se vieron menos afectados en las primeras semanas, experimentan ahora cifras crecientes de casos y víctimas mortales. Y, algunos de los países que tuvieron brotes de gran envergadura han conseguido controlarlos».
El Comité formuló una serie de recomendaciones a la OMS y a los Estados Parte. Recomendó a la OMS que siguiera movilizando a las organizaciones y asociados multilaterales en el ámbito mundial y regional para prepararse y responder a la COVID-19, a fin de prestar apoyo a los Estados Miembros en el mantenimiento de los servicios de salud, sin dejar de impulsar la investigación y el futuro acceso a las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas.
Recomendó a los países que apoyaran las iniciativas de investigación, en particular aportando fondos, y que se unieran a esfuerzos que facilitaran una asignación equitativa de las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas, colaborando con el Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (ACT), entre otras iniciativas.
El Comité recomendó también a los países que reforzaran la vigilancia de salud pública para la identificación de casos y el rastreo de contactos, especialmente en entornos de escasos recursos, vulnerables o de alto riesgo, y que mantuvieran los servicios de salud esenciales con financiación, suministros y recursos humanos suficientes.
Se recomendó a los países que aplicaran medidas y consejos proporcionados en materia de viajes, en función de las evaluaciones de riesgos, y que revisaran las medidas periódicamente.
La declaración del Comité, que incluye pormenores adicionales sobre la reunión y las recomendaciones derivadas de ella, puede consultarse aquí.
El Comité de Emergencias volverá a reunirse en un plazo de tres meses o anteriormente, a discreción del Director General.