Un nuevo motivo de indignación mundial contra el presidente Donald Trump. Su gobierno compró 500,000 dosis del remdesivir, uno de los medicamentos aprobados para tratar la Covid-19, y ha dejado al resto del mundo sin ese tratamiento hasta octubre.
El laboratorio que lo produce argumentó que existe una necesidad urgente en Estados Unidos por la agresividad de la pandemia que puede escalar hasta 100,000 contagios diarios y aseguró que priorizará el acceso en países donde el fármaco esté aprobado. Trabajará, además, en la producción de un genérico para las naciones en desarrollo.
Estados Unidos ocupa el primer lugar en casos del coronavirus con cerca de tres millones de infectados y unos 130,000 fallecidos.
Los diarios británicos The Guardian y The Sun, revelaron esta mañana que la decisión de Trump ha generado indignación de científicos y el descontento de gobernantes europeos.
Peter Horby, investigador de la Universidad de Oxford que participó en los ensayos del fármaco originalmente diseñado para tratar el ébola pero que ayudó a acelerar la recuperación de los pacientes con coronavirus, pidió un acceso más justo al medicamento.
Presiones políticas
Horby, citado por The Sun, dijo que el fabricante Gilead Sciences, con sede en California, habría recibido “presiones políticas” por ser una compañía estadounidense y que se ha visto obligada a comprometer toda su producción dentro de Estados Unidos.
Según explicó Horby ”el ensayo que permitió que remdesivir se vendiera como medicamento para tratar la enfermedad no solo se realizó en Estados Unidos, hubo pacientes de otros países europeos”. “Y me pregunto cómo se sentirán sabiendo ahora que el medicamento tendrá una disponibilidad restringida en su propio país, ¿se habrían ofrecido voluntariamente para ese ensayo si lo hubieran sabido?”.
Cuando no se había probado el remdesivir como fármaco eficaz contra la Covid-19, cerca de 150 organizaciones civiles dedicadas a la salud pública en todo el mundo advirtieron del peligro de que Gilead se hiciera con el monopolio del medicamento, ya que amenazaría el acceso al tratamiento por parte de los países menos favorecidos.
“Actualmente, no hay centros de producción para este antiviral fuera de los Estados Unidos, y la compañía ha reducido recientemente la escala de su programa de uso compasivo debido a la abrumadora demanda”, señalaban los firmantes, entre los cuales había Médicos Sin Fronteras, citado por el diario catalán La Vanguardia.
En los próximos tres meses ningún país podrá acceder al fármaco y lo que es peor, ningún paciente podrá recibir el tratamiento hasta octubre si vive fuera del territorio estadounidense.
La biofarmacéutica anunció el lunes que el costo de un ciclo de seis dosis del medicamento tendrá un costo de $2,340 a los gobiernos en Estados Unidos y en Europa. Pero el gobierno estadounidense dijo que pagaría $3,200 por el tratamiento, el mismo costo que el sistema sanitario privado.
«En la medida de lo posible, queremos asegurarnos de que cualquier paciente estadounidense que necesite remdesivir pueda obtenerlo. La administración Trump está haciendo todo lo que está a nuestro alcance para aprender más sobre las terapias contra la Covid-19 y asegurar el acceso a estas opciones para el pueblo estadounidense», ha justificado el secretario de salud y servicios humanos de EEUU, Alex Azar, en un comunicado.
Desde Gilead, sus ejecutivos justifican que «dado el aumento significativo en la incidencia de la Covid-19 en Estados Unidos, existe una necesidad urgente de ayudar a tratar a los pacientes afectados por el aumento reciente de los brotes, mientras que la mayoría de la Unión Europea y otros países desarrollados han reducido considerablemente sus niveles de enfermedad».
Producción genérica
De cualquier manera, la compañía apunta que han «acordado con el gobierno de Estados Unidos que las partes no asignadas del stock existente hasta septiembre se puedan destinar a otros usos, incluso a países fuera de los Estados Unidos».
Ya se han agotado las 250,000 primeras dosis fabricadas, suministradas a ensayos clínicos en todo el mundo. Las 500,000 dosis, compradas por Estados Unidos que representan el 100% de la producción proyectada de Gilead para julio y el 90% de la producción de agosto y septiembre, además de una asignación para ensayos clínicos.
Por otro lado, la farmacéutica subraya que «para ampliar aún más el acceso y la oferta de remdesivir, hemos llegado acuerdos de licencia voluntarios no exclusivos con nueve fabricantes genéricos para fabricar y distribuir versiones genéricas de remdesivir en 127 países en vías de desarrollo», aunque no ha detallado qué empresas se dedicarán a la fabricación de las versiones genéricas ni dónde se distribuirán exactamente.
¿Qué es el remdesivir?
El fármaco fue desarrollado por Gilead Sciences para tratar el ébola, la fiebre hemorrágica mortal que surgió en África occidental en 2014. El ébola, igual que la Covid-19 es causado por un virus, y los científicos han probado remdesivir para tratar a pacientes con coronavirus.
Los ensayos clínicos obtuvieron resultados alentadores a principios de este año cuando se mostraron prometedores para prevenir y tratar otros tipos de coronavirus, en monos macacos. Los estudios en humanos acortaron el tiempo de recuperación en un 31%, 11 días en promedio versus 15 días para aquellos que recibieron la atención habitual.
No está del todo claro cómo el fármaco lo logra, pero parece impedir que el material genético del virus, su estructura molecular, pueda copiarse a sí mismo. Eso, a su vez, impide que el virus logre proliferar dentro del cuerpo del paciente.