Finalmente todos los países de Sudamérica comparten una visión unificada sobre Venezuela. El canciller de Argentina, Felipe Solá, opinó este viernes  que Nicolás Maduro está  “sin dudas” al frente  de un régimen “autoritario” y que ese país vive una situación “cuasibélica”.

Al mismo tiempo un informe  desnudó la relación parasitaria de Cuba hacia Venezuela que ha entregado a la isla -pese a su grave escasez de combustible- unos 13 millones de barriles de petróleo en la primera mitad de este año.

Simultáneamente, los abogados del testaferro de Maduro, Álex Saab, detenido hace seis semanas en el archipiélago estado de Cabo Verde, frente a las costas occidentales de África, maniobran para impedir su extradición a Estados Unidos.

En declaraciones a la cadena radial argentina La Red, el canciller Sola dijo que el régimen venezolano tiene una relación “cuasibélica” con la “oposición dura” y las cárceles llenas de presos políticos. “El gobierno es un gobierno autoritario, sin duda”, remachó.

Esta semana el presidente de Argentina, Alberto Fernández, mostró su “preocupación” porque se preserven en Venezuela los derechos humanos.

Por otro lado, en el marco de una reunión de la ONU, el gobierno argentino, a través de su embajador ante los organismos internacionales en Ginebra, Federico Villegas, instó a una negociación política en Venezuela “basada en los derechos humanos y en la restitución de los derechos políticos ante la grave crisis política, económica y humanitaria” que atraviesa ese país.

Esa postura es compartida por Estados Unidos, la Unión Europea, la Unión Africana y la mayoría de naciones del mundo.

Fernández también declaró que Argentina “no ha renunciado” a ser parte del Grupo de Lima, alianza de una veintena de países de la región –a la que pertenece Panamá- que desconoce a Maduro y apoya a Juan Guaidó, como legítimo presidente de Venezuela.

Postura unificada de Sudámerica

Argentina y Mexico han tratado de mantener una postura equidistante sobre la crisis venezolana, algo que está cambiando con la evolución de la situación interna en ese país sudamericano.

Precisamente, la visita del presidente Manuel López Obrador a su homólogo Donald Trump a comienzos de julio, permitió a Washington  pedirle a México que se involucre más en el caso de Venezuela.

“Necesitamos que el gobierno mexicano de un paso adelante y haga más para crear un conjunto de  instituciones democráticas en Venezuela”, fue el mensaje de la Casa Blanca, según declaraciones del secretario de Estado Mike Pompeo.

Con la postura de Argentina, la instalación en marzo de un nuevo gobierno en Uruguay, la transición democrática en Bolivia y más recientemente la pérdida de las elecciones de un aliado histórico del chavismo en Surinam,  se unifica la postura del bloque de países de Sudamérica que cuestionan el sistema que está tratando de perpetuar Maduro en Venezuela.

La era  Desiré Bouterse llegó a su fin a mediados de julio, con la elección de Chan Santokhi como nuevo presidente de ese país ubicado en la esquina oriental de Sudamérica.

Estrecho aliado del régimen chavista, a cuyos negocios ilícitos se le ha vinculado, Bouterse llevaba desde 2010 en el poder, al que regresó democráticamente después de ocho años de presidencia de facto entre 1980 y 1988 tras un golpe militar.

Bouterse, condenado por narcotráfico y por la muerte de una docena de opositores, mantuvo el apoyo de Surinam a  Maduro en los organismos regionales a pesar del generalizado rechazo internacional.

Igual que su vecina Guyana, Surinam –excolonia holandesa- ya no necesita del escaso petróleo venezolano pues la primera está realizando extracciones en abundancia, en una zona marítima históricamente disputada con Venezuela, y el segundo acaba de hallar una cantidad significativa de petróleo en un área limítrofe a la guyanesa.

El hijo de Bouterse, Dino, fue detenido en Panamá en el 2013, cuando intentaba ingresar al país por el Aeropuerto Internacional de Tocumen para unas supuestas transacciones comerciales y extradictado a Estados Unidos donde fue sentenciado a 16 años de prisión, por sus vínculos con grupos terroristas, el crimen organizado y narcotráfico.

Pese a su historial delictivo, Dino Bouterse fue nombrado jefe de la Unidad Antiterrorista de Surinam. En  el 2013 facilitó pasaportes diplomáticos a dos informantes de la DEA que se hicieron pasar por militantes de Hezbolá, a los que ofreció la entrega de droga, armas e instalaciones donde esconderse y entrenarse. Eso llevó a su detención en Panamá, su extradición y posterior condena en Estados Unidos.

Con el cambio en Suriman, ahora Venezuela solo cuenta en el continente con el respaldo de Nicaragua y el apoyo diplomático de microestados del Caribe como Antigua y Barbuda y San Vicente y Granadinas. Claro, además, de Cuba.

El parasitismo cubano

Carlos Vecchio, embajador de Venezuela en Estados Unidos designado por Guaidó, denunció este jueves que en el primer semestre del 2020 el régimen de Maduro envío 13 millones de barriles de petróleo a Cuba.

“Nosotros hemos confirmado que desde enero hasta junio del 2020, 33 barcos han salido de Venezuela a Cuba, en los cuales se enviaron 13 millones de barriles de petróleo”, dijo el diplomático al diario caraqueño El Nacional.

“Hay un pueblo que está enfrentando la peor crisis humanitaria de su historia reciente, a lo que se le suma la pandemia. Mientras tanto, Nicolás Maduro le envía dinero de esta manera a un régimen represor. No tiene justificación”, resaltó.

Vecchio estimó que en términos monetarios, esa cantidad de crudo equivale a $350 millones. Es el pago de la colonia al nuevo colonizador.

Unos 45,000 agentes cubanos están infiltrados en Venezuela, de los cuales 2,500 controlan las fuerzas armadas, los cuerpos de seguridad e inteligencia. Cuba es quien impone las reglas en Venezuela.

Para demostrar que La Habana mantiene atornillado en el poder al régimen, Maduro anunció a mediados de enero que, tras consultar con su “hermano mayor y protector Raúl Castro», decidió incorporar al embajador cubano, Dagoberto Rodríguez al Consejo de Ministros de Venezuela. Por eso algunos de los críticos del régimen sostienen en llamar al país Cubazuela.

Recursos de Saab

Mientras tanto a unos 6,000 kilómetros de Caracas, los abogados de Saab, el empresario colombiano acusado de ser testaferro de Maduro, maniobran en Cabo Verde para impedir su extradición a Estados Unidos.

El abogado caboverdiano, José Manuel Pinto Monteiro, al frente de un grupo de defensores de Saab, presentó este viernes un recurso de amparo en el Tribunal Constitucional de Cabo Verde contra su extradición a Estados Unidos. El gobierno de ese país africano ya dio el visto bueno para la extradición.

La nueva diligencia procesal, interpuesta ante el Supremo Tribunal de Justicia (TSJ), busca colocar los derechos de Saab bajo la protección de la Constitución de la República de Cabo Verde.

Saab fue detenido el pasado 12 de junio cuando su avión hizo escala para repostar en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral de la isla norteña de Sal, en respuesta a una petición de Estados Unidos cursada a través de Interpol por delitos de narcotráfico, blanqueo de dinero y vínculos con el terrorismo.

El recurso de amparo constitucional, que protege a los perseguidos por la justicia caboverdiana independientemente de su ciudadanía, se basa en las denegaciones de dos demandas de habeas corpus, derecho de un detenido a comparecer ante un juez o tribunal para que resuelva si su arresto fue o no legal y si debe levantarse o mantenerse.

Pinto adelantó que se interpondrá también un recurso contencioso contra el acto de la ministra de Justicia de Cabo Verde que avaló la extradición.

Tras la detención del empresario, el régimen de Maduro señaló que Saab es un ciudadano venezolano y un agente que se hallaba en tránsito por Cabo Verde. Estados Unidos busca que la máxima instancia de justicia caboverdiano desconozca a Saab como enviado del régimen de Maduro, considerado ilegítimo por más de 60 países del mundo. El genuino representante de los intereses venezolanos en el exterior es Guaidó, quien ha dicho que Saab no es más que un delincuente pedido por la justicia estadounidense.