La pandemia del Covid-19, no solo ha expuesto de rodillas al modelo económico, que impera en la gran mayoría de las Naciones de occidente, sino que además ha dejado expuesto las debilidades de los sistemas democráticos, de los cuales el Estado panameño no escapa. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, el término Estado deriva del latín estatus, que significa la situación en que se encuentra una persona o cosa, y en particular cada uno de los modos sucesivos de ser de estas personas o cosas en cuanto se encuentran sujetas a cambios que influyen en su condición.
Para el jurista mexicano Rogelio Martínez Vera, palabra Estado, es sinónimo de organización, estructura jurídica, política, de autoridad dotada de poder y fuerza para hacer cumplir sus propias determinaciones. En esta organización los ciudadanos tenemos un papel importante, lo cual en los últimos años se denota un aumento de madurez política de un sector de la población que exige una mejor Democracia.
Dentro del Estado la Democracia es un medio para obtener el fin de vivir de manera digna, decorosa, en libertad, con derechos a la educación, salud, vivienda, tal como esta establecido en el titulo III de nuestra Carta Magna. Por eso hoy la Democracia como señala el Profesor de la Universidad de Brasilia Luis Felipe Miguel, es un valor reivindicado por todos los actores políticos. Esta regla es válida para los partidos políticos, para los gobernantes y para los países.
Quien va a gobernar, debe tener presente que su elección se da por mandato con un tiempo definido, regla que aplica para los poderes ejecutivo, legislativo y a los gobiernos locales, el detentar el poder del Estado es temporal. Pero hoy en al Democracia moderna, existen otros poderes que tiene una gran influencia en los Estados Democráticos.
En un artículo anterior, abordamos el tema de la confianza en las instituciones democráticas, y como el gobierno nacional ha quedado debilitado frente a la ciudadanía en general por el mal manejo de la información pública, la rendición de cuenta, y una percepción de casos de corrupción en las compras de los equipos médicos necesarios para hacer frente a la crisis sanitaria, el mapa político de la región latinoamericano, expone que esta situación no solamente es ajena a Panamá, varios países presentan casos de corrupción en el manejos de esta crisis de salud.
Si bien es cierto, estamos frente a un problema global, donde ningún gobierno estaba preparado, ni muchos los ciudadanos, las decisiones que adopten los gobernantes, las cuales son decisiones políticas, serán analizadas y juzgadas por todos los ciudadanos. La primera decisión que esta en entredicho es la metodología adoptada para establecer la restricción de movilidad a los ciudadanos, la cual se establece mediante un Decreto Ejecutivo, que ignora los derechos constituciones y convencionales a libertad de tránsito que tienen todos los ciudadanos, evadiendo el sistema de control de la decisión de suspende derechos constitucionales, debió ser aprobada también por la Asamblea Nacional, lo cual nos deja un mensaje que no existe una armónica colaboración entre estos dos importantes poderes del Estado.
Esta pandemia del Covid-19, la cual nos ha afectado a todos de una manera a otra, ha golpeado la imagen del gobierno nacional, de una manera inusual, con un desgastes político nunca antes visto, los cuales se deben más que todo al manejo de la información pública, la transparencia y una descoordinación en el gobierno, debido claro esta al debilitamiento de la administración pública y el nombramiento de funcionarios sin experiencia que en pleno proceso de aprendizaje se han enfrentado a una crisis de salud pública, que ha expuesto la profundidad de la crisis de nuestros sistema democrático.
Los problemas de la Democracia no solo radican en el respeto a la Constitución y la Ley, en la practica existen normas no escrita de comportamiento de todos los actores políticos que al ser resquebrajadas debilitan también el sistema democrático.
El primer punto para reflexionar ante los desafíos de la Democracia es nuestro rol como actores políticos: cada ciudadano juega un rol dentro de la sociedad, Sócrates el filósofo griego acuño la frase “conócete a ti mismo.” Cada ciudadano (gobernante y gobernados) debe saber cuál es su capacidad, sus competencias y en qué posición debe actuar dentro de nuestra sociedad democrática. Los ciudadanos todos estamos llamados corregir, a cambiar de actitud de nuestro comportamiento dejar de lado la práctica del “juega vivo,” que se aplica en todos los niveles de nuestra sociedad. Los que nos gobiernan deben conocer sus virtudes y defectos, respetar la Constitución y la Ley. Si no tiene la aptitud moral ni la capacidad de continuar al frente de un Ministerio, una institución, deben hacerse a un lado y darle la oportunidad, no hay nada más loable para un ciudadano que salir con la frente en alto cuando culmina de ejercer una función pública.
Las debilidades de nuestro sistema democrático nos invitan a todos a reflexionar, sobre qué país queremos tener después que salgamos juntos de esta pandemia. Ha llegado el momento de cambiar, de realizar los cambios profundos que el Estado panameño, requiere, pero esa tarea es de todos los panameños. Los héroes de la Patria nos miran, nos exigen fundar la cuarta república. Una república con dignidad, como una vez la anhelo Carlos Iván Zúñiga “en un cívico consorcio con los obreros, empresarios, docentes, con el hombre de pie, el campesino, hombres y mujeres demás fuerzas vivas del país, con una bandera de resurrección en cada mano y con el anhelo de patria en cada espíritu”.