Como un estribillo de una canción, los ministros de Seguridad y Gobierno, Rolando Mirones y Carlos Romero, culparon a las pasadas administraciones de gobierno de la masacre en el Centro Penitenciario La Joyita.
En una conferencia de prensa dónde se leyó el informe administrativo sobre las investigaciones realizadas en el centro penal, el ministro de Seguridad enumeró las deficiencias y debilidades encontradas en el penal, cómo un sistema deficiente en cuanto a la revisión de entrada y salida del penal al no existir un escáner, falta de un sistema integral de videovigilancia y pocos custodios.
El titular de Seguridad aseguró que la desidia de las administraciones anteriores ha sido la causa de la degeneración del sistema.
Enumeró el total de fugas que se dieron de 2014 a 2018: 146. Sumado al total de reos fallecidos por actos violentos dentro de más cárceles. De 2014 a julio de 2019, 156 reclusos muertos.
En esa misma línea se pronunció el ministro de Gobierno, quien dijo que encontraron un sistema degenerado, permisivo y con pocos controles. Moreno también cuestionó las deficiencias en los programas de resocialización.
Según Mirones, desde julio de 2019 se han realizado 175 requisas, de esas dos fueron en el pabellón 14, aunque no encontraron el lugar donde los reclusos escondían armas de grueso calibre que fueron utilizadas durante la reyerta del 17 de diciembre de 2019.
Explicó que se descubrieron dos escondites, uno era un hoyo de un poco más de 2 metros de profundidad, y el tamaño de un cuarto debajo de una de las celdas y otro llamado «La Tumba», con tapas de cemento con dos varillas de hierro.
Tras los resultados de esta investigación se ordenó la destitución de Alejandra Vence, cómo directora del Centro Penitenciario La Joyita. En cuanto al director y subdirector del Sistema Penitenciario, en el informe se concluyó que no se encontraron elementos de prueba para abrir un proceso disciplinario.
Contra quienes sí se realizará procedimientos administrativos será al jefe de seguridad internal del penal, así como al jefe de seguridad interna y al jefe penitenciario.