El lanzador panameño Mariano Rivera se convirtió este martes 22 de enero en el primer pelotero en la historia de las Grandes Ligas en entrar inmaculado al Salón de la Fama de Cooperstown, con 100% de los votos emitidos por los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América.
Nunca, en 80 años del Salón de la Fama, había ingresado un jugador de forma unánime. De hecho, el porcentaje más alto en la historia es el 99.32 que consiguió el jardinero Ken Griffey Jr. en su elección en el 2016, seguido por el 98.84 del lanzador Tom Seaver y el 98.79 Nolan Ryan.
Medios periodísticos mantenían hasta ayer algunas dudas de que Rivera pudiera lograr la hazaña, debido a que, en diciembre pasado, el cronista Bill Ballou, uno de los votantes, había expresado sus motivos para no apoyar a Mariano Rivera y darle su aprobación para entrar a Cooperstown. En dicha ocasión, Ballou afirmó que el rol de cerrador estaba «sobrevalorado» y que la estadística del salvamento es la que menor valor intrínseco tiene en las estadísticas del juego.
Sin embargo, el panorama cambió drásticamente cuando, este mismo martes, cuando dicho periodista, quién escribe para el diario The Telegram de Worcester, Massachussets, se retractó de sus palabras y declaró en sus redes sociales que siempre sí votaría para elegir a los próximos inmortales de Cooperstown, y sus elegidos serían Barry Bonds, Roger Clemens, Manny Ramírez, Roy Hallada y Mariano Rivera.
Además de ser el más prolífico cerrador en la historia de las Ligas Mayores, Rivera tiene la mejor EFE+ 252 en los anales de Grandes Ligas y salvó 42 juegos en postemporada por los Yankees, por mucho el récord de todos los tiempos en MLB. El istmeño acumuló WAR (Baseball-Reference.com) de 56.2 y otro sinnúmero de logros y marcas en sus 19 temporadas como ligamayorista, todas con los Bombarderos del Bronx. Indiscutiblemente, es el mejor taponero de la historia.
El pelotero boricua Edgar Martínez también logró su ingreso al Salón de la Fama, al igual que Roy Halladay y Mike Mussina.