La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), expresó su satisfacción y se congratuló por los resultados que la Jornada Mundial de la Juventud, que acaba de concluir, deja al país.
Aunque el comunicado firmado por el presidente de la CCIAP, Gabriel Barletta, publicado en su web oficial, se titula «Balance y lecciones de la JMJ», se queda en un análisis sobre la organización de este multitudinario encuentro religioso y no presenta ningún balance económimco como cabría esperarse.
«La normalidad vivida durante esta semana y el espíritu de convivencia global que caracterizó sus días, son, sin duda, motivo de satisfacción nacional», señala el presidente del gremio empresarial, quien considera que un aplauso unánime a sus organizadores, Iglesia y gobierno, está plenamente justificado al haber logrado ejecutar un actividad de las dimensiones de la JMJ, de manera puntual y precisa y sin experiencia previa.
Barletta destaca la capacidad demostrada por quienes tomaron parte en estas misiones, que habla de la evolución creciente en niveles profesionales, técnicos y laborales de nuestro recurso humano, el cual, a su juicio, siempre está a la altura de compromisos de esta envergadura.
«La participación de los ciudadanos en la JMJ impuso, en sus actividades diversas, tanto el sello característico de su fervor católico, como el de la tolerancia y el respeto hacia los credos de aquellos que conviven y comparten el anhelo de construir un país definido por su vocación irrevocable de paz», asegura el empresario.
Coincidiendo con varias opiniones vertidas especialmente en las redes, Barletta asgura que la JMJ nos ha permitido también «mostrarnos al mundo con lo mejor de nosotros mismos, más allá de los referentes pocos o muchos que los otros habitantes del orbe tengan de este pequeño país. Ellos tienen ahora elementos de primera mano -criterios personales- para darnos a conocer entre sus connacionales. Hablarán de lo que tenemos; promoverán lo que podemos ofrecer. Y, sobre todo, se referirán a la clase de gente que somos. Eso hacen los viajeros al regresar a casa».