Epidemiología molecular debe considerarse para eliminar la malaria

La importancia de incorporar la epidemiología molecular dentro de los programas de eliminación de la malaria, la meta de eliminar este mal para el año 2020, los nuevos hallazgos sobre otros reservorios del parásito en el cuerpo humano como la médula ósea y los avances en drogas como la tafenoquina, fueron los temas tratados por el Dr. Nicanor III Obaldía, durante el Café Científico organizado este jueves 13 por la SENACYT.

La Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) realizó este encuentro denominado “Epidemiología molecular en el marco de la eliminación de la malaria en Panamá y Mesoamérica” cuyo expositor fue Obaldía, miembro del Sistema Nacional de Investigación de Panamá e Investigador en Salud Senior del Departamento de Investigaciones en Parasitología del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES).

La malaria es una enfermedad causada por parásitos del género Plasmodium. Estos se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos anófeles infectados.  Dos especies importantes en la transmisión de la malaria son Plasmodium falciparum y Plasmodium vivax. Las investigaciones para tratar esta enfermedad se han enfocado hacia vacunas, drogas o dispositivos que maten a los parásitos.

La incidencia de la malaria en Panamá ha permanecido estable en los últimos años, (aproximadamente 500 casos en 2010 a 900 casos en 2016), con un predominio de casos autóctonos causados por Plasmodium vivax. La prevalencia general es menor de 1 caso por cada 1,000 habitantes. Los más afectados son menores de 19 años. Las áreas más remotas, como las comarcas, presentan mayor incidencia de malaria.

Actualmente, el Dr. Obaldía, en consorcio con Harvard y la Universidad de South Florida-Tampa, financiado por la fundación Bill & Melinda Gates, intenta mantener en cultivo continuo el Plasmodium vivax, y realiza estudios de los estadios de transmisión de P. vivax y su reservorio tisular, junto a Investigadores del National Institute of Health (NIH), Bethesda (EU) y la Universidad de Glasgow (Escocia), así como también de vacunas anti P. vivax con el London School of Hygiene and Tropical Medicine, de Londres, Reino Unido.

La secuenciación del genoma de los parásitos de P. vivax puede aportar información epidemiológica, de su estructura poblacional y los patrones de resistencia a las drogas antimaláricas. Sin embargo, obtener el ADN genómico de Plasmodium es difícil a partir de muestras de sangre de pacientes, debido al predominio del ADN humano.

Otra técnica, llamada secuenciación selectiva del genoma completo (SWGA) puede ayudar a subsanar este inconveniente.  “Utilizando SWGA secuenciamos 60 muestras de P. vivax de Panamá obtenidas entre los años 2007-2012 para tener información sobre la estructura poblacional y la dinámica de transmisión del parásito, y 39 resultaron en secuencias utilizables”, detalló el Dr. Obaldía.

“Más de la mitad de las muestras mostraron una alta similitud genética entre sí, con un pequeño grupo de muestras distintas en el distrito de Chepigana. Esto sugiere una baja diversidad genética en general, con distintas subpoblaciones”, detalló el investigador.

Otra técnica utilizada fue la de identidad por descendencia (IBD), para explorar patrones de ascendencia común reciente entre las muestras. Este análisis confirmó la baja diversidad de haplotipos en esta población de parásitos.

“Este trabajo ilustra cómo los datos SWGA y el análisis de IBD pueden dar información sobre la epidemiología de la malaria en entornos de baja transmisión”, señaló el Dr. Obaldía.

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