Más de 100 niños y jóvenes de escasos recursos encontraron la oportunidad de educarse en la música y emprender su camino hacia una vida profesional, con el único requisito de tener ganas de estudiar, compromiso y dedicación.
Todo ocurre dentro del edificio del Instituto Nacional cada sábado y en el Amadeo Mastelari en El Chorrillo de martes a viernes, donde acuden estudiantes y profesores de la Fundación Sinfonía Concertante de Panamá (Funsincopa) la cual desde su fundación -en 2008- ha logrado impartir clases a más de 500 niños y jóvenes de escasos recursos y de áreas vulnerables, cumpliendo así su misión de enriquecer y fortalecer su educación a través de la música clásica, a la vez de ofrecer entrenamiento continuo para el mejoramiento de los profesores, para que sigan creciendo como pedagogos y de esta manera ayudar a presentes y futuras generaciones a desarrollar sus valores y tener una mejor calidad de vida.
Un ejemplo de superación y motivación son los hermanos Membache, Gabriel y Joel.
El mayor de los dos, Gabriel, de 14 años, ha sido el modelo a seguir de su hermano. Ya cumplió un año de haber llegado a Funsincopa y describe su experiencia como aquello que le cambió la vida. «Para mí ha sido buenísimo lo que me han enseñado aquí; primero vine yo y luego Joel, quien me veía practicando en la casa y se motivó a venir», contó el alumno que se especializa en el dominio de la viola. «Mi sueño es seguir estudiando el instrumento y dedicarme cien por ciento a la música, convertirme en profesor y ayudar a más jóvenes a desarrollar su talento y convertirse en profesionales como yo», expresó. Pero a diferencia de Gabriel, Joel (11 años) quiere estudiar algo más sin dejar de lado su pasión por la música. «A mí me gustaría ser piloto de aviones pero también seguir en la música. Esto me gusta mucho, las clases son divertidas y tengo muchos amigos aquí. Creo que puedo seguir por muchos años más», contaba el joven violinista que -aunque es un poco tímido- se movía de lado a lado expresando su felicidad.
Gabriel también manifestó sentirse a gusto con las oportunidades que le ofrece la fundación sin dejar de mencionar que anhela que existan más personas dispuestas a ayudarlos, tanto con las clases como con la adquisición de instrumentos. Que más jóvenes como ellos puedan salir de situaciones de riesgo y contribuir con su talento a la sociedad.
Por su parte Susana Salas, coordinadora del programa de Filarmónicas Juveniles e Infantiles de Funsincopa, describe la misión de esta fundación como algo maravilloso. «Aquí hay niños que a veces no tienen dinero para el pasaje, ni para venir a las clases. No tienen qué comer y mucho menos para un instrumento musical. Para nosotros es de mucha satisfacción ver cómo el esfuerzo que hacemos no solo dibuja sonrisas en sus rostros sino que desarrolla ese talento innato que tienen y los aleja de los riesgos sociales que los rodean», comenta Salas y describe el alcance que tiene la fundación. «Tenemos chicos que vienen desde Tocumen cada sábado, de Capira, La Chorrera y los más cercanos vienen de Barraza y El Chorrillo. Algunos estudiantes, cuyos padres sí pueden costearles un poquito su educación, también prefieren venir aquí para contagiarse de esa energía, disciplina y dedicación que nuestros estudiantes tienen. Todo eso es motivo de orgullo y satisfacción para seguir haciendo este trabajo», agrega.
Pero todo no termina allí. Funsincopa, la misma que lleva a cabo cada año el Festival Internacional de Música Alfredo de Saint Malo, se encuentra en la búsqueda de los recursos para costear la educación de sus estudiantes y crecer cada vez más para ayudar a más niños y jóvenes. Para ello, crearon el proyecto «Semillero musical», por medio del cual invitan a las personas a comprar una semilla (donar) y ser el abono que necesitan los estudiantes para hacer sus germinar sus sueños.
Parte de este proyecto contempla la realización de un concierto magistral el 1 de diciembre en el Centro Comercial El Dorado, a las 6:30 de la tarde totalmente gratis, donde se podrá conocer una muestra del talento de los alumnos y el resultado del trabajo de la fundación.