A pocos meses de entrar en vigencia la Ley 1 del 19 de enero de 2018, – por medio de la cual se promueve en Panamá el uso de bolsas reciclables y se prohíbe la utilización de bolsas plásticas para transportar mercancía, reduciendo su negativo impacto ambiental -, los dueños de negocios han empezado ya a hacer los cambios pertinentes para cumplirla, encontrando en el camino beneficios adicionales.
Según Oscar García, director de la Autoridad del Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (ACODECO), la principal ventaja es la lineación de esta ley con la protección del medioambiente y también con uno de los derechos que tiene el consumidor según la legislación panameña y las directrices de las Naciones Unidas, que es el derecho a un medioambiente sano. “Creo que para los comerciantes sí pueden haber algunos costos iniciales, porque sabemos que las bolsas de plástico se han popularizado tanto porque son más baratas y cambiarlas por bolsas de papel implica aumento de costos”, aseguró García.
No obstante, José Terrientes, del Supermercado El Porvenir en Arraiján, lo ve desde otra perspectiva. “Nosotros invertimos cientos de dólares en bolsas plásticas para los clientes cada año para que puedan cargar sus productos cómodamente. Pero ese dinero se pierde, es parte del servicio que todos esperan tener y lo exigen, en algunos casos. Con las bolsas reutilizables no ganaremos nada porque la ley no lo permite, pero tampoco perderemos. Es decir que, al final de cuentas, se gastará dinero recuperable a largo plazo y reduciremos el gasto que teníamos en bolsas plásticas”, explicó Terrientes.
Para el director de la ACODECO todo es cuestión de adaptación, pues asegura que dependiendo de la reacción del público, quizás algunas empresas tendrán que invertir en bolsas de papel, otras lo harán en bolsas que se puedan reutilizar, y otras permitirán que los consumidores puedan llevar sus bolsas reutilizables, pero poco a poco la población irá acostumbrándose a un nuevo patrón a seguir, dentro de un nuevo modelo de cultura sostenible.
Pensar en la publicidad también es una ventaja, asegura Terrientes, ya que imprimir las bolsas de plástico con logos del negocio no es nuevo, todo el mundo lo hace. «Si vemos el tránsito de las bolsas plásticas, van de la tienda a la casa y de la casa a los cestos de basura. Quienes las reutilizan lo hacen para echar basura y de allí pasan a los camiones. Mientras que si se estampan las bolsas reciclables, estas vuelven a salir a la calle y se vuelve a exponer la marca una y otra vez hasta que ya no den más”.
Sobre el particular, García asegura que, pese a que algunos dirán que es publicidad para los establecimientos comerciales, no se está pensando poner restricciones, por ejemplo, si los comercios empiezan a personalizar las bolsas reutilizables con sus logos o colores, porque algo similar ocurre actualmente con las bolsas de plástico que están plenamente identificadas.
Pero Panamá no es el primer país que implementa esta medida, Chile, Guatemala, Marruecos y otros países de África prácticamente ya no utilizan bolsas plásticas.
Según la Ley, a partir de su promulgación (en enero del 2018) los supermercados, farmacias y comercios minoristas deberán hacer el cambio definitivo dentro de 8 meses, luego de que se cumpla el plazo de 18 meses para su ejecución; mientras que los almacenes y comercios mayoristas tendrán un poco más de tiempo hasta finales del 2019 cuando se cumplan sus 24 meses de plazo, estipulados para estos modelos de negocio.
A partir de allí, agentes de la ACODECO prestarán mucha atención a que no sean incumplidas las normas en perjuicio de los consumidores.
La nueva norma no será aplicable cuando el uso de bolsas de polietileno sean necesarias por cuestiones de asepsia (desinfección) o para la conservación de productos húmedos elaborados o pre-elaborados, y cuando no sea posible el reemplazo de la bolsa por otros productos amigables con el ambiente.