Panamá figura como uno de los países con mayor reconocimiento en pesca deportiva en el mundo: cuenta con más de 200 récords, según la International Game Fish Association (IGFA) y los ingresos que genera suman cientos de millones de dólares al año. Todo esto sin la existencia de licencias ni regulaciones, más bien apelando a la conciencia social para la preservación de las especies y el entusiasmo de quienes lo practican para su desarrollo y crecimiento.

La Pesca se ha realizado en Panamá desde siempre, sin embargo no fue hasta 2016 cuando la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) llegó a la conclusión de que era necesario analizar esta actividad más allá de lo artesanal e industrial y emprender un estudio profundo de la parte deportiva.

De acuerdo con el biólogo Alexis Peña, encargado de la investigación de la ARAP, los datos obtenidos del estudio no sólo ampliaron el conocimiento acerca de cómo se estaba realizando esta actividad a lo largo de los años, sino que permitieron identificar información como el número de personas que lo practica, cantidad de clubes que lo desarrolla y el impacto económico en el turismo, así como estadísticas de las especies capturadas y su manejo.

“Aún faltan muchas cosas por hacer, pero por lo menos ya tenemos un panorama de lo que existe en la actualidad”, explicó Peña, y agregó que en el proceso de identificación y caracterización de esta actividad se pudo conocer que más de dos mil personas la practican. “No hay una cifra exacta, podrían ser muchísimos más ya que cualquier persona que tenga un bote y una caña de pescar, con su respectivo permiso de navegación puede dedicarse a esto”, dijo.

Convenio de la ATP-ARAP

Según información detallada en el Plan Maestro del Turismo Sostenible de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), tomando en cuenta que 2,210 km2 del territorio panameño son costas, el potencial de desarrollo del turismo de pesca deportiva es ideal. Esto, aunado a la alta participación de extranjeros y la actividad hotelera dio paso a un convenido entre la ARAP y la ATP, por medio del cual se realiza un trabajo en conjunto para potenciar esta actividad en beneficio, tanto de los pescadores como de los turistas que eligen a Panamá como escenario de este deporte.

Gina Valderrama, directora de Cultura Turística de la ATP, advierte que no existen datos específicos de cuánto es el aporte económico que genera esta actividad, pero con la puesta en marcha del convenio entre ambas instituciones podrán obtenerse cifras más concretas.

Según Valderrama, por el momento se puede decir que al menos el 20% de los ingresos que dejan los turistas estadounidenses en Panamá corresponden a la pesca deportiva, lo cual podría calcularse en unos 27 millones 200 mil dólares anuales aproximadamente.

“La ATP no es la llamada a regular la pesca, sino la calidad de servicio que el proveedor brinda al turista. El convenio ATP-ARAP es fundamental para trabajar en el desarrollo de políticas específicas, incentivos, capacitación, innovación, emprendimiento, promoción nacional e internacional”, comentó Valderrama. “Una vez formalizados, los pescadores tendrán acceso a los programas de la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME) y la posibilidad de beneficiarse con los aportes que los organismos internacionales destina para ellos, reconociendo también la importancia de la micro y mediana empresa en el turismo y su papel en la conservación y promoción de los recursos naturales”, explicó la funcionaria.

Mientras tanto, y con la asesoría de la ARAP, entre las normas que se han puesto los organizadores de los torneos de pesca -de forma voluntaria- están la no comercialización de los productos obtenidos de forma recreativa, la no extracción de especies juveniles y la no retención y consumo de peces picudos como los merlines. Los participantes en torneos tienen como regla fundamental respaldar mediante un video la devolución al mar del ejemplar en perfecto estado para la obtención de puntos. Estas mismas normas voluntarias, han sido implementadas por décadas y han ayudado a conseguir cientos de récords mundiales en las innumerables categorías que forman parte de esta actividad.