Esta actividad internacional dedicada a la buena comida, limpia y justa, que celebró su décima segunda edición del 20 al 24 de septiembre en Turín, Italia, culminó reafirmando su compromiso con los siete mil delegados del movimiento internacional Slow Food compuesto por 150 países para cambiar el sistema alimentario mundial teniendo en cuenta la procedencia de las materias primas, los ingredientes y el modo de cocinar los alimentos.
Y es que en Turín fue donde comenzó la campaña mundial de concienciación sobre el cambio climático relacionada con los alimentos. Se trata de una cuestión urgente, mundial y de gran impacto para todas las comunidades de productores presentes, tal y como han demostrado los numerosos testimonios que han relatado las enormes dificultades que deben superar diariamente, y que no consisten en desastres naturales propiamente dichos. Desde los pastores kenianos hasta los sapmi en Suecia, desde los pescadores del Mediterráneo hasta los campesinos de los Andes, todos los que trabajan con un contacto directo con la naturaleza ven y sufren las consecuencias del “mayor desafío al que se haya enfrentado la humanidad”, tal y como lo definió el escritor indio bengalí Amitav Ghosh en una conferencia sobre cambio climático.
¿Qué es Terra Madre Salone del Gusto?
Se trata de un lugar donde las amas de casa, los chefs con estrella y los representantes de diferentes países se encuentran uno al lado del otro. Es un evento que va más allá de las diferencias culturales, que trasciende las ideologías y las rivalidades, que ve cómo cocineros libaneses e israelíes comparten el espacio de la Cocina de Terra Madre y se intercambian consejos, cómo un chef finlandés de origen filipino da vida a combinaciones sorprendentes, e incluso cómo los cocineros de Rusia atienden hasta 33 foros y laboratorios diferentes. Además, varios países, como Georgia, han podido exhibir por primera vez su biodiversidad agroalimentaria con el apoyo de los ministerios de Agricultura de sus países.
Por este motivo, el director ejecutivo de Slow Food de Estados Unidos, Richard Mc Carthy, enfatizó que, tras la clausura del evento, empieza el trabajo de concienciación que supondrá dos meses de intenso compromiso de toda la red de Slow Food contra el cambio climático: Food for change es, de hecho, una llamada a la acción, una invitación a actuar a partir del primer desafío que tendrá lugar del 16 a 22 de octubre y que implicará a los slowfoodies de todo el mundo y durante una semana se cocinará solo con ingredientes locales, no comer carne y llevar una semana de residuo cero.
“Según el número de personas que participen en este desafío y gracias a la colaboración de Indaco2 (Indicadores ambientales y CO2, una spin-off de la Universidad de Siena), podremos estimar la cantidad de CO2 que nos hemos ahorrado gracias al trabajo colectivo”, detalló Mc Carthy.
Aquí está el primer legado de Terra Madre Salone del Gusto: una campaña que invita concretamente a movilizarse para que “todos podamos contribuir a salvar el planeta”, resaltó el ejecutivo.
Foros y conferencias
Asistieron expertos y especialistas, visitantes y delegados, y todos ofrecieron estímulos e ideas, confirmando una vez más que este evento es un laboratorio de proyectos para el cambio. Las conexiones entre las diferentes áreas geográficas son cada vez más estrechas para la realización en un futuro próximo de una nueva edición de Terra Madre Nordic Countries y en América Latina: Terra Madre Brasil, Cuba y Colombia, donde se está creando la red Finca Slow que unirá a empresas agrícolas agroecológicas.
Muchos cocineros importantes, como Mateo Baronet, chef del restaurante de Turín Del Cambio que intervino en la conferencia de prensa de clausura, declaró su compromiso con la recuperación de productos locales, consiguiendo provisiones a través de los pequeños productores y yendo a las escuelas para educar a las nuevas generaciones sobre la alimentación sana. Y es precisamente de los cocineros de donde nacerá la campaña Food for Change, una concienciación que Slow Food considera necesaria y urgente porque el cambio climático es una realidad con la que “ya estamos rindiendo cuentas y cuya urgencia solo admiten unos pocos”, enfatizó Baronet.
Mujeres indígenas, agentes de cambio frente al cambio climático
Durante la realización de Terra Madre Salone del Gusto 2018 también se llevó a cabo el panel denominado: Las Mujeres como Agentes de Cambio, Sistemas Alimentarios de los Pueblos Indígenas y Cambio Climático integrado por Victoria Tauli Corpuz, relatora especial de las Naciones Unidas de Pueblos Indígenas; Annelie Jonsson, representante sapmi de Suecia para Slow Food y Carolina Santos Segundo, de México, miembro de la Agencia de Noticias de Mujeres Indígenas y Afrodescendientes (NOTIMIA) con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Santos Segundo explico que la FAO, NOTIMIA y el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI) lanzaron una campaña este año para el empoderamiento de las mujeres indígenas: “Mujeres Indígenas, mujeres visibles”, con la que buscan visibilizar el rol que representan las mujeres indígenas con respecto a la seguridad alimentaria, reducir la pobreza y contribuir a la igualdad de género, así como la reducción de la pobreza.
Así mismo, agregó que las mujeres indígenas salvaguardan las semillas, pero no solas, sino que deben involucrar a los hombres de las comunidades en esta tarea, porque la tierra no le pertenece a alguien en específico, es decir, las comunidades indígenas son parte de ella.