Desde las décadas de los cincuenta hasta los ochenta, eran comunes las dictaduras. Panamá experimentó la suya en 1968, la cual duró 21 años. Desde los 90 hacia acá, los países de Latinoamérica abrieron paso a la «democracia» so pretexto de que las sociedades lograran su desarrollo. ¿Qué ha pasado? Las opiniones pueden ser variadas, sin embargo, todas apuntan a que nuestras «democracias» no han resuelto los problemas y en muchos de nuestros países la situación hasta ha empeorado. La cuestión surge con las comparaciones que la gente hace y resuelve en muchos casos que se sienten más cómodos con gobiernos fuertes. Presidentes como Bukele en El Salvador o Milei en Argentina, son figuras que han llegado al poder con el voto popular y son muy queridos por los ciudadanos pese a las políticas de mano dura. En otros casos como Nicaragua y Venezuela, las dictaduras a través del voto popular muestran la otra cara de la moneda, con sociedades sumidas en la pobreza y la desigualdad de forma espantosa. Pero, independiente de esa realidad, los pueblos latinoamericanos están moviéndose hacia los dictadores, más con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Es la razón por la que Panamá debe cambiar de sistema, antes que aquí vuelva a picar el gusanito dictatorial. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo