Texto: Manuel Montilla
Fotografías: José Ángel Murillo
Corrían los agitados años del siglo XVI y Jan Vermeer, mediante al artilugio de la cámara oscura, ya entendía que había cosas de la luz vedadas a los ojos y que se comprendían mejor en el espíritu técnico de tal ingenio. Y en no poco con la magia del corazón.
Hace algunos años, el investigador Charles Seymur, de la Universidad de Yale, retomó imágenes similares a las obras del holandés, con una versión de cámara de cajón, símil de la cámara oscura, para encontrar los «círculos de confusión», como denominó a los puntos luminosos, tan caros a este artista. Ellos son singulares del ámbito de la fotografía y a simple vista no son observables.
Cabe anotar que en los lienzos de Vermeer se aprecia una cualidad lumínica, que los hace únicos, en su época o posterior. Allen Hubert discierne al respecto «Los puntos luminosos que crean un efecto trémulo en sus pinturas, reproducen acertadamente un fenómeno que sólo se encuentra en exposiciones fotográficas ligeramente desenfocadas».
Para 1900, en Chicago, se construye «Mamut»; gigantesca cámara para obtener impresiones de dos y medio metros de ancho, de casi dos mil libras de peso, y que era operada por un contingente de quince fornidos asistentes.
Todo esto parece ahora de un pasado tan remoto como incomprensible. Por regla general, en nuestros días, se toman millares de fotos por millones de entusiastas que jamás han escuchado sobre la cámara oscura, tal vez ni siquiera sobre fotografía analógica, y tampoco les interesa. Su único fin es apretar el disparador y subir esa marea de imágenes a las redes sociales; compartiendo vidas, esperanzas, sueños y banalidades en un mundo cada vez más próximo, pero más intangible.
Viene esto a cuento porque José Ángel Murillo es un fotógrafo de hoy pero que sí aprendió la lección de la historia. Que inicio su periplo con sólidas bases conceptuales y técnicas. Que con los basamentos apropiados construye su visión fotográfica y que por ello tiene plena conciencia de su hacer, de sus recursos, posibilidades y de lo que es esa mirada absoluta con que solo pueden transitar los que saben el decurso del camino.
La fotografía de José Ángel Murillo peca de certera, en un entorno que desafía lo lógico, de pulcra y de bien hecha. Es una imaginería que nace de su propia experiencia, de sus andaduras, de sus cercanías y vivencias. Podría afirmar que, a mi parecer, todas las fotos de José Ángel son autorretratos conceptuales, su interioridad avizorada. Es la observación sobre sí mismo, para comprender el mundo circundante, apreciarlo y ser tolerante con sus nimiedades.
Es que Murillo mira a su mundo con amor, no exento de crítica, encontrando siempre esa absoluta capacidad de asombro con que el artista se restituye al origen y devela los arcanos impulsos que nos justifican de la abrumadora cotidianeidad, del desencanto, de la obviedad y de lo pueril.
José Ángel Murillo es un fotógrafo de lo visceral y se encuentra inmerso en un encuentro consigo mismo. Parece concatenar el decurso vital desde la óptica eufórica de estas palabras de Arthur C. Clarke «donde quiera que la vida tenga la más remota posibilidad de sobrevivir, la encontrarás».
Y es que José Ángel Murillo construye, fotográficamente, un mundo donde las posibilidades pueblan los rescoldos de una memoria que nos avoca a lo humano, a lo predispuesto en la luz iridiscente de realidades promisorias, a las sombras que concitan la imaginación y que son, también, luminosas y presentes en plenitud y misterio.
Pero, sobre todo, José Ángel Murillo, nos impele a mirar con candor y con esa mirada absoluta que nos descubre lo mejor de nosotros cuando develamos lo mejor de los otros. Es una fotografía de esperanza para construir un mundo de promontorios emotivos, de enunciados precisos y de «puntos luminosos» en los que se establece un hoy en que se hace esencial la frase de Alejandro Obregón,
«lo bueno no basta – ni siquiera sirve lo excelente – hay que llegar a lo improbable».
José Ángel Murillo es un fotógrafo de probables mundos perplejos. Y nos obsequia el sendero y la absoluta certeza de que estamos aquí y de que nos hemos construido para habitar las lejanas estrellas, las antiguas galaxias y los sueños absolutos de improbables mundos probables. «En la fotografía hay una realidad tan sutil que llega a ser más real que la realidad», expresa Alfred Stieglitz
Semblanza: José Ángel Murillo nace en la ciudad de Colón, Panamá, el 18 de enero de 1956. Realiza estudios universitarios en L’Université Catholique de l’Ouest en Angers (1974), Francia, y en l’Ecole des Beaux Arts. Participó como miembro activo en el Club Fotográfico d’Angers.
En el verano del 1975 presenta su «primera exposición» en la ciudad de Barcelona. Retorna a Panamá en 1981, donde ejerce como profesor de fotografía en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP). Para el 82 comienza a trabajar, independiente, para las principales agencias de publicidad del país.
A partir de 1986 inicia como corresponsal de agencias de prensa internacionales, entre ellas: Associated Press (1986), Sygma News (1987-99) y France Presse (1988-89), logrando publicaciones en diversos medios impresos y televisivos como lo son Life Magazine, The New York Times, Business Week, NewsWeek, Paris Match, Time, Spiegel Verlag, Paramount Picture Corp., US Today, Soldier of Fortune, US News & World Today, Harpers, L’Express, Le Point, TF1 TV, Insight Magazine, Il Venerdi, Interviu, The Village Voice, Epoca, Elite, The Economist, Paola, por citar algunas.
Profesor de fotografía en la Universidad de Arte GANEXA (1986), Universidad del Istmo (1991-95) y en la Universidad Latina (1996). Embajador Sony Alpha (2015-2017).
Algunos libros publicados: Mi Nombre es Panamá, Editorial Delroisse, Francia, 1983. Panamá, Editorial Kactus, Chile, 1985. Fuerzas de Defensa, Editorial Kactus, Chile, 1986. Indios de Panamá. Editora Lewis, Panamá, 1987. Panamá Tierra de Contrastes, Editorial Imagen, Panamá, 1990. Aquí Panamá, Editorial Imagen, Panamá, 1992-93. Enciclopedia Panamá, Editorial Espasa, 2005.
Actualmente labora como fotógrafo independiente realizando trabajos de fotografía publicitaria, editorial, corporativa y periodismo. Dicta cursos privados de fotografía.
MARAVILLOSO! Trabajo genial de Murillo y tu introducción a él ha sido la mejor. Gracias mil! 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼