El mundo hacia la derecha del siglo XXI

Ariel Montoya. Periodista y escritor nicaragüense exiliado en Estados Unidos. Columnista internacional y Vocero en el Exterior del Partido Liberal Independiente (PLI-Histórico)

A escasos 125 años el desplome de la ideología y el sistema comunista (o socialista, estalinista, estatista y hasta izquierdista pues la socialdemocracia ha resultado ser una apañadora del totalitarismo marxista leninista en gran medida), dicho modelo se desploma en grandes proporciones, mientras avanza una Derecha que, aún con ciertas deficiencias y con la herencia y persistencia de la mala, empieza a generar más confianza política dada la realeza de sus logros y beneficios.

Si bien es cierto que el triunfo electoral de Donald Trump, por iniciar un nuevo período y por desarrollarlo en la primera potencia mundial, los Estados Unidos de América, ejercerá una gran influencia en este renacimiento de una nueva Derecha, ésta la inicia siempre en América Javier Milei, seguido obviamente por una cantidad de naciones de todos los  continentes, y sobre todo por Giorgia Meloni, Presidente del Concejo de ministros de Italia.

En Europa está cambiando el mapa político de la Izquierda a la Derecha. No solo es Italia sino también los Países Bajos (Holanda), Alemania, Austria y Portugal y más que ellos, el Parlamento Europeo, es decir, la Europa unificada, mantiene una vital supremacía por encima de las izquierdas.

Salvo en España y Eslovenia la presencia de este sistema en crisis mantiene cierta beligerancia, como en el resto de naciones como Francia, donde la izquierda se mantiene muy cerca de la competitividad de la Derecha, que, bajo ella, están resurgiendo militancias juveniles y laborales tanto en Europa como en Estados Unidos e Hispanoamérica), distanciadas del marxismo cultural, el mundo progres y la propaganda ya cansona contra el ‘imperialismo’ norteamericano.

Pero Milei, como nadie, está consciente de los riesgos que se corren al tratar de subvertir el orden mundial de la Derecha por la Izquierda.

Este hecho define un nuevo panorama político global que aún bajo la numerosa heterogeneidad de conceptos bajo la egida de la Derecha, —individualismo frente al colectivismo, propiedad privada frente a propiedad pública, conservadurismo frente al progresismo y al liberalismo social etc., —-, queda evidenciado que esta es la más eficaz de las corrientes ideológicas de pensamiento, capaz y única de tumbar al comunismo y sus híbridas vertientes, como ya lo viene haciendo.

En Asia, Taiwán al enfrentarse a la dictadura totalitaria china, con un gobierno más derechista que el anterior, es parte esencial de ese consorcio de naciones que vienen de una u otra forma renunciando al espejismo marxista.

En cuanto a Latinoamérica la reversión comenzó con el terremoto Milei. Nadie como él, tanto histriónica como efusivamente desde sus portentosos discursos contra la mugre comunista, batalló electoralmente y ahora desde el Poder, continúa haciéndolo enfrentando a una maquinaria kichnerista, y sembrando los pilares de un cambio profundo del sistema autocrático y terriblemente asistencialista y viciado, a un gobierno limitado, con énfasis en la recuperación económica y de un mejor nivel de vida para los argentinos.

Pero Milei, como nadie, está consciente de los riesgos que se corren al tratar de subvertir el orden mundial de la Derecha por la Izquierda. Está claro de las desesperadas movidas del castrismo regional, de las trampas de Lula en Brasil para perforar al movimiento popular de Bolsonaro y del resto de amenazas globales, por eso él es el referente más importante de las derechas en el Poder, irradiando al mundo entero con sus mechones despeinados y sus estadísticas al pie de la letra.

Si por la víspera se saca el día, es una realidad incuestionable que, en la antesala de los próximos comicios presidenciales, estos los gane la Derecha, como en el propio Brasil y en otras naciones donde plazas importantes principalmente en las grandes ciudades, estas las viene ganando.

Claro que en México está reluciente el triunfalismo chabacano de Morena, y que Venezuela y el resto de naciones Castro socialistas su aferramiento al Poder en medio de las miserias impuestas por sus gobernantes a sus pueblos no tiene nombre, sin embargo, estas también sucumbirán en su momento.

 Sin fantasmas propagandísticos ni himnos emancipativos hacia los pobres, ni falsas redenciones plagiadas al cristianismo, la Derecha, como un justo y reivindicativo sistema de valores en pro de la humanidad y su busca de la felicidad, de la igualdad de oportunidades y bienestar tangible para todos, y la primera en ver las tormentas que traería el proyecto extinto de la Rusia roja, está en pie de lucha por recuperar el tiempo perdido. Lo logrará en este desmitificador y alentador siglo XXI.

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