Los países que nos critican se benefician del Canal de Panamá
Panamá se ha convertido en la nueva frontera de Estados Unidos, dijo hoy en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el presidente José Raúl Mulino, al referirse a los miles de migrantes irregulares procedentes de todo el mundo que cruzan la jungla del Darién rumbo al país del norte en busca de cumplir el llamado sueño americano.
Al pronunciar su discurso en la 79 Asamblea General de la ONU, Mulino no vaciló en expresar que Panamá necesita ayuda para enfrentar la crisis humanitaria y ambiental debido al paso de miles de migrantes irregulares, que este año superaron más de 250 mil.
Al respecto, enfatizó que el año pasado más de medio millón de migrantes irregulares cruzaron la selva de Darién provocando una crisis ambiental debido a la contaminación de la selva darienita.
Recordó el éxodo de más de ocho millones de venezolanos, muchos de los cuales han cruzado el Darién en búsqueda de mejores condiciones de vida en Estados Unidos.
“Es fácil hablar de esta crisis desde la comodidad de una oficina en Manhattan, pero ver de cerca a niños huérfanos en la selva es otra cosa”, recalcó con firmeza.
Panamá no es un paraíso fiscal
Aprovechó el foro para afirmar que Panamá ha implementado reformas financieras y firmó tratados de transparencia durante las últimas tres décadas, sin embargo, sigue siendo incluida en listas discriminatorias.
Dijo que los países que promueven estas listas se benefician del Canal de Panamá y participan en licitaciones, pero atacan la reputación financiera del país con dobles estándares.
Aseguró que “no permitiremos más afrentas contra nuestra economía ni socavarán nuestra capacidad de desarrollo”.
“Panamá no es un paraíso fiscal, recalcó, y criticó que esas listas ponen a Panamá junto a tiranías que han cometido las peores atrocidades y con países que no abren sus puertas al mundo”.
Mulino advirtió que, a pesar de estos ataques, Panamá seguirá contribuyendo al desarrollo global y será miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU el próximo año, reafirmando su compromiso con la paz y la justicia internacional.
Por último, exigió respeto para una nación que ha demostrado ser carbono negativo y un referente en sostenibilidad ambiental.