Los trabajadores sindicados de Minera Panamá, hicieron un llamado al gobierno de José Raúl Mulino encontrar una solución lo antes posible a la situación actual de la mina y a la vez exigieron que se esclarezca qué sucede con el concentrado de cobre aún almacenado.
De acuerdo con los trabajadores, desde que se suspendió las operaciones de Cobre Panamá hace ocho meses, la calidad de vida para los pobladores de las comunidades de Donoso y Omar Torrijos, en Colón, además de La Pintada, en Coclé, han sido afectados.
“Nosotros estamos aquí para exigirle al gobierno que tiene que tomar una decisión urgente frente a todo lo que se está dando, porque tenemos un peligro ambiental cerca (…) En Donoso están preocupado por el concentrado de cobre que no ha salido del depósito donde está y que hace mucho tiempo debió salir”, dijo Abel Olivero, de la comunidad de Coclesito.
Aparte de eso, dijo que las comunidades tienen problemas socioeconómicos, la falta de empleo. “Sí, el presidente ha hablado de muchos proyectos en las demás provincias, pero nuestra región también tiene derecho a desarrollarse sin necesidad de migrar a otros lugares a la suerte a ver qué consiguen”, añadió.
También pidieron al gobierno que realice una “auditoría urgente” para ver si en realidad la operación de la mina se estaba dando de manera “irresponsable” como se ha hablado.
El pasado lunes, los trabajadores de Minera Panamá enviaron una carta al presidente Mulino con una serie de consideraciones para encontrar una solución lo antes posible respecto a la situación ambiental, laboral y social.
También propusieron crear una mesa de diálogo en esa región, para enfrentar los desafíos económicos y sociales producto del cierre de la mina.
Y es que, las plazas de trabajo que brindaba la empresa se redujeron pasando de 9,600 en septiembre del año pasado, a 1,600 en la actualidad.