Tras perder 1-0 el partido por la tercera posición de la Concacaf Nations League ante México, el seleccionador panameño Thomas Christiansen realizó una serie de planteamientos en los que, sin ser directo, lanzó críticas contra el organismo que rige el fútbol en esta parte del continente americano.
Según el estratega, hubo situaciones en el partido en que los árbitros no consultaron al VAR, y otras en las que lo hicieron, para perjudicar las acciones panameñas; sin embargo, reiteró que es mejor «guardar silencio» frente a estas decisiones.
Una de estas apreciaciones privó a Panamá del gol del empate en el segundo tiempo, cuando el capitán panameño, Aníbal Godoy, realizó un disparo de chilena que batió sin atenuantes al golero mexicano Guillermo Ochoa.
El central del partido dio por buena la anotación, pero del VAR lo llamaron para determinar que Godoy estaba en fuera de lugar, por lo que la anotación no contaba. En múltiples repeticiones, se observa al jugador panameño «en línea» con la defensa contraria.
Otra acción se dio en la primera etapa, cuando el VAR revisó una dura acción del mexicano Luis Romo en una fuerte entrada contra un jugador panameño. La falta, una entrada fuerte por detrás, no fue penalizada con tarjeta roja por el central, sino con la tarjeta amarilla. Las repeticiones en la televisión dejan ver que el mexicano debió haber sido expulsado.
A pesar de la derrota, y de no haber anotado goles en los dos partidos disputados, el técnico Christiansen se mostró satisfecho con el desempeño del seleccionado panameño, que en la gran mayoría del partido, salvo la jugada del gol en su contra, mantuvo la posesión del balón ante los mexicanos.
Después de cumplir con los dos partidos de la Concacaf Nations League, Panamá se encamina hacia su participación en la Copa Oro, donde quedó sembrado en el Grupo C, considerado el más complicado, ya que tendrá como rivales a las selecciones de Costa Rica, El Salvador y la que saldrá de la ronda de clasificaciones.