La biodiversidad de Panamá incorpora tres nuevas especies de serpientes nunca descritas. Se tratan de especies amenazadas debido a la pérdida del 40% de los bosques donde habitan, además de otros factores como el cambio climático y las enfermedades parasitarias emergentes.
En menos de un mes, científicos de varios países unieron fuerzas para la descripción de tres nuevas especies de serpientes, dos de ellas endémicas de Panamá. Los estudios para esta investigación iniciaron hace más de cinco años y contó con la participación de científicos de Estados Unidos, Ecuador, Brasil y Panamá.
Las serpientes son especies especialistas en comer caracoles del género Dipsas y Sibon, y se distribuyen en las regiones más húmedas del país, principalmente en las tierras altas y el Caribe panameño.
Las zonas montañosas de la selva alta amazónica y las selvas del Chocó-Darién son reconocidas mundialmente por la riqueza de nuevas especies que continuamente se descubren en esta región. Sin embargo, cada vez es más claro que también albergan algunos de los depósitos de oro y cobre más grandes del mundo. Dejándolas vulnerables a la pérdida del hábitat que conlleva el desarrollo minero a pequeña y gran escala.
Nueva especie
La revista ZooKeys publicó la exhaustiva investigación realizada por el biólogo ecuatoriano Alejandro Arteaga, beneficiario de la Expedición Discovery Club de Exploradores, y el biólogo panameño, doctor Abel Batista, investigador de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi) e Investigador Nacional del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de la Senacyt, que participaron en las dos investigaciones publicadas recientemente.
El nombre científico de la nueva especie es Dipsas aparatiritos sp.nov., y el nombre en español es ‘caracolera escondida’, y se refiere al hecho de que desde 1977 se sospechaba que podría tratarse de una especie nueva, pero permaneció escondida por más de 40 años sin que ningún científico la investigara en detalle hasta ahora. Este estudio fue liderado por la doctora Julie Ray del Team Snake Panama, que por muchos años vivió en el país investigando las serpientes.
El biólogo Abel Batista señala que esta especie es considerada junto con las otras dos descritas recientemente como caracoleras. En los años 70, el herpetólogo estadounidense, Charles Myers, quien trabajó por mucho tiempo en el instituto Gorgas, considerado como el padre de la herpetología panameña, fue quien por primera vez hizo los comentarios que esta especie podría ser nueva para la ciencia.
El científico indicó que esta nueva especie, además, se ha reportado en el Parque Nacional Santa Fe, en la región de Donoso en Colón, Cerro Campana y Parque Nacional Chagres.
Debido a que estas especies son altamente amenazadas por las alteraciones de su hábitat, los científicos continuaran con expediciones a las zonas más remotas del país. Actualmente cuentan con datos que continúan analizando para evaluar otras especies.
Batista, de la Fundación Los Naturalistas, indicó que es importante incrementar la biodiversidad de Panamá con respecto a lo global. “Este descubrimiento de las nuevas especies de serpientes en Panamá, dejará al país bien posicionado en temas de biodiversidad”, detalló.
Características
Las serpientes comedoras de caracoles neotropicales (géneros Sibon y Dipsas) tienen un estilo de vida único que las hace vulnerables a las alteraciones de su hábitat. Primero, son arborícolas, por lo que no pueden sobrevivir en áreas desprovistas de vegetación. En segundo lugar, se alimentan exclusivamente de babosas y caracoles, un tipo de presa de cuerpo blando que se encuentra principalmente a lo largo de arroyos, ríos y bosques tropicales húmedos y muy húmedos.
Durante el último mes se han descubierto estas tres nuevas especies caracoleras: Sibon irmelindicaprioae, S. canopy y Dipsas aparatiritos, el nombre de la primera fue elegida por el conservacionista Leonardo DiCaprio, en honor a sus seres queridos para crear conciencia sobre el problema de la destrucción de la selva tropical. La segunda en referencia y honra el sistema de reservas de la Familia Canopy, particularmente su Canopy Lodge en el Valle de Antón, donde se encuentra la nueva especie. La tercera se nombre así por su significado de la palabra griega aparatíritos (????????????), que significa desapercibido. La serpiente se ha escondido a plena vista durante más de cuarenta años en un sitio de campo muy bien estudiado para la investigación herpetológica. Sugerimos el nombre común “Caracolera Escondida”.
La investigación, condensa los datos recopilados desde el 2012, cuando se iniciaron una serie de expediciones en el tapón del Darién, una de las zonas con mayor biodiversidad del trópico. Con este estudio se incrementa de 155 a 158 el número de especies de serpientes conocidas para Panamá además contribuye al entendimiento de estas especies que son sujetas de repudio y hasta miedo por las personas que las matan si conocer bien su roll en el ecosistema.