La Cámara Minera de Panamá se pronunció ante la situación entre Minera Panamá y el Estado, específicamente respecto de la continuidad de las operaciones de Cobre Panamá.
La reacción se dio tras el anuncio de la empresa, de que suspenderá operaciones de procesamiento a partir del jueves 23 de febrero.
Ayer, martes 21 de febrero, se conoció que Minera Panamá envió una nota a la Autoridad Marítima de Panamá, donde les informa de la “inminente suspensión de las operaciones de procesamiento de mineral en Cobre Panamá, debido a la restricción de carga de concentrado de cobre en el puerto de la mina en Punta Rincón”.
En el comunicado, el gremio indica que entiende que el proceso de negociación es un “tema complejo como la operación de una mina de la magnitud de Cobre Panamá”, sin embargo, la negociación o presión “no deben conducir a situaciones que pongan en riesgo la continuidad de las operaciones de la empresa y las inversiones futuras”.
“Estamos preocupados ya que es evidente que ante la posible suspensión de las operaciones de Cobre Panamá o que no se llegue a firmar un acuerdo entre las partes, se generaran repercusiones que no serían de beneficio para el país en general”, añade el comunicado, el cual también resalta “este nuevo escenario negativo representaría un enorme perjuicio adicional para los más de 2,000 proveedores nacionales entre los que se cuentan los afiliados a CAMIPA, que en su conjunto facturan cerca de $900 millones anuales a Minera Panamá y que de allí pagan impuestos, prestaciones, salarios, obligaciones financieras y servicios que ya no entrarían a hacer parte del movimiento económico nacional”.
De acuerdo con el gremio, “las consecuencias negativas van más allá de aquellas a los más de 7,000 empleos formales directos de la mina, sino que también para los más de 40,000 empleos formales indirectos que genera esta enorme cadena de proveedores y sus familias, sin contar los perjuicios negativos para las más de 22 comunidades que se benefician directamente tanto en lo económico como en lo social, de la operación de la mina”,
“Estamos seguros de que la única solución ganar – ganar para todos no es otra que la firma de un contrato y que para ello es evidente que las partes deben hacer sacrificios en sus posturas”, resaltó la Cámara Minera.