‘Iván Márquez’, quien durante aquel operativo habría perdido algunos dedos de sus manos y recibido un fuerte impacto en la cabeza, está «dando muestras de mejoría motora y neurológica», según ha podido saber el diario colombiano ‘El Tiempo’ por fuentes especializadas en este caso.
Estas mismas fuentes sostienen que el líder de las disidencias se encuentra en una unidad de cuidados intensivos de un hospital militar en Caracas, la capital de Venezuela, en donde los médicos le habrían inducido al coma cuando fue ingresado para que su cerebro se desinflamara por una esquirla que se alojó en su cabeza.
Por el momento dicha esquirla no ha podido ser retirada ya que se trata de una operación compleja y se está esperando a que ‘Iván Márquez’ se recupera de las heridas sufridas durante una explosión en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Si bien la ‘Segunda Marquetalia’ denunció que la operación contra el líder guerrillero se fraguó en los cuarteles colombianos con la ayuda de Estados Unidos, el gobierno del entonces presidente Iván Duque responsabilizó a la disidencia liderada por Nestor Vera, alias ‘Iván Mordisco’, en represalia por la muerte de Miguel Botache Santillana, alias ‘Gentil Duarte’.
El atentado contra ‘Iván Márquez’ supuso el enésimo golpe a una ya de por sí maltrecha ‘Segunda Marquetalia’, incapaz de sobreponerse a las muertes de otros importantes líderes del grupo, como Hernán Darío Velásquez, alias ‘El Paisa’, o Henry Castellanos, alias ‘Romaña’, y hacer frente a otras disidencias más poderosas, como el Frente 1 del finado ‘Gentil Duarte’.
La estructura, que se cree no alcanzaría siquiera el centenar de efectivos, está ahora liderada por José Sierra Sabogal, alias ‘Zarco Aldinever’, y José Vicente Lesmes, alias ‘Walter Mendoza’, responsables de la reciente decisión de acercar posturas con el nuevo Gobierno de Gustavo Petro para alcanzar la paz.
‘Iván Márquez’ fue el negociador jefe de las FARC en el proceso de paz que culminó con el acuerdo suscrito con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos en 2016, pero que en 2019 optó por retomar la lucha armada con otros importantes dirigentes guerrilleros por el incumplimiento del ejecutivo de Iván Duque del proceso de paz.