El poder de los monopolios

La gente salió a protestar contra el alto costo de los alimentos, medicamentos y gasolina, lograron sentar al gobierno en una mesa y este se comprometió a congelar los precios de 72 productos de la canasta básica, 170 de medicamentos y subsidiar la gasolina. Solo el acuerdo sobre la gasolina se ha cumplido, razón, los oligarcas panameños acudieron al sabotaje mediante el desabastecimiento y el gobierno no se atreve a sancionarlos. ¿Por qué será?

Sesiones de protesta

Gente creativa, sugiriéndole a los grupos sociales de la mesa del mareo que cuando vuelvan hacer protestas, soliciten a la ATTT un permiso especial para una sesión fotográfica en puntos estratégicos del país.

Miserables

Algunos dueños de cadenas de tiendas en Panamá no contratan agencias de seguridad, y pretenden que sus vendedores y empleados administrativos hagan las veces de seguridad cuando ocurren robos, aunque eso signifique poner en peligro la vida de esos trabajadores. Sostienen cínicamente que se ahorran el gasto en seguridad y en cambio contratan un seguro que les cubre contra robo.

Mas protestas

Ayer maestros, padres de familia y estudiantes de la Escuela República de Finlandia protestaron por problemas de infraestructura en el plantel, mientras residente de Chilibre salían a la calle por falta de agua. Así empiezan las manifestaciones de insatisfacción de los pueblos que luego se convierten en huelgas, cierres y estallido social.

Involución

El centro de convenciones ATLAPA que hasta unos años era la sede de todos los eventos importantes del país, ahora se ha convertido en un cuartel de la policía y deposito de otras entidades del Estado, sin duda Panamá es la viva representación de Macondo, el pueblo ficticio de la nóvela de García Márquez.

Las calles de San Francisco

No se trata de la famosa serie de televisión de los años 70, sino de un sector de este otrora exclusivo barrio, que ahora esta de moda por la proliferación de restaurantes y sitios de diversión disfrazados de restaurantes, estos se han convertido en el dolor de cabeza de los residentes, por su ruido estridente, gente ebria, carros estacionados en las aceras o sobre césped y etcétera. Dicen algunos vecinos que las autoridades solo pasan a recoger los impuestos y las coimas.

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