Por muchos años, la venta de mercancía informal en la Avenida Central se ha convertido en un hecho usual. Algunas instalaciones fueron ubicadas en un sitio frente a la antigua Casa Miller y otras en las inmediaciones de la Plaza 5 de mayo
La pandemia hizo crecer la cantidad de vendedores en la informalidad, principalmente ubicados en la peatonal. Las aceras se han convertido en bazares de mercancía seca, mientras que en plena calle, otros vendedores ofrecen productos del agro.
Con un sector atestado de vendedores informales, la Alcaldía de Panamá propuso construir 80 quioscos nuevos, para que los comerciantes tengan mejores condiciones para ofrecer sus productos; sin embargo, la iniciativa no encontró eco en los propios vendedores.
La propuesta del Alcalde José Luis Fábrega implica una inversión cercana al millón de dólares; sin embargo, los comerciantes prefieren mantenerse como están.
Una fuente de la comuna capitalina asegura que los quioscos le permitirán a los buhoneros tener un lugar propio donde guardar su mercancía; esto, obviamente, supone el pago de una mensualidad al tesoro municipal. Al parecer, el pago de este tributo es una de las objeciones.
A los vendedores se suman las personas que utilizan la peatonal para trasladarse hacia sus trabajos, hogares o se encuentran de paso hacia las afueras de la capital panameña. Aducen que la buhonería es una alternativa de compra rápida, en el caso de legumbres y frutas, para no tener que hacer filas en los supermercados.
Hasta ahora, lo de los nuevos quioscos se encuentra en fase propositiva, es decir que no es todavía un proyecto formal; pero la oposición que enfrenta aún sin haberse concretado la iniciativa, es otra piedra pesada en el camino del burgomaestre capitalino.