Abramovich es uno de siete oligarcas rusos afectados por las nuevas sanciones, que además contemplan el congelamiento de activos y restricciones de viajes.
La lista también incluye a los multimillonarios Igor Sechin y Oleg Deripaska, ambos considerados aliados del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que «no puede haber puerto seguro» para aquellos que hayan apoyado la invasión.
«Las medidas de hoy son el más reciente paso en el firme apoyo de Reino Unido al pueblo ucraniano. Seremos implacables en la persecución de aquellos que posibilitan la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos», declaró Johnson.
Sanción contra el Chelsea
El gobierno británico ha embargado el Chelsea, y por el momento, los nuevos acuerdos o los nuevos préstamos están prohibidos. Esto no quiere decir que los acuerdos cerrados o los préstamos ya concedidos no puedan ser pagados por el club. Igualmente, los ingresos procedentes del área comercial o de los derechos televisivos seguirán siendo explotados pero se quedarán congelados y el equipo no podrá disponer de ellos.
Todos los movimientos del club londinense estarán supervisados por el gobierno de Johnson, que ha limitado a 24.000 euros el gasto destinado a los viajes del equipo, a 600.000 euros los de la seguridad y los servicios de cada partido, y algo muy llamativo: no permitirá la venta de entradas. Solo los abonados podrán acceder al estadio, que durante el periodo que consideren, no podrá ser reformado.
En un nuevo comunicado, el gobierno británico informó luego de que está abierto a la venta del club. No obstante, Roman Abramovich no sería el beneficiario, como se explica en el mismo comunicado: «Las ganancias de cualquier venta no podrían ir al individuo sancionado mientras esté sujeto a sanciones».