«Convencido de que esto es producto de una venganza de quienes tenían al país de rodillas, a una Honduras sitiada. Decidí asumir el compromiso y cada acción que impulsamos, cada pensamiento fue encaminado con toda la intención de traerle bienestar a Honduras y eso me enorgullece porque tenemos un país más seguro», ha asegurado Hernández.
El vídeo se ha hecho público este jueves en varios medios hondureños, pero se habría grabado el miércoles en la sede de la Corte Suprema de Justicia en Tegucigalpa momentos antes de que se conociera la decisión judicial de aceptar la solicitud de extradición de Estados Unidos donde será juzgado por diferentes delitos relacionados con el narcotráfico.
«Quiero agradecer a aquellos que han estado orando y me han acompañada en esta situación compleja, que han sido soporte para mi familia y para mí», ha dado las gracias el expresidente hondureño, sobre quien Estados Unidos, ha dicho, no tiene pruebas «fehacientes» y «contundentes» acerca de los delitos que le imputan.
«Espero que este juicio lo estudien los periodistas, estudiantes de Derecho y de otras profesiones, no solo para ilustrar a Honduras, sino también al mundo (…). Es un caso muy importante para estudiar. No le deseo a nadie que viva lo que mi familia y yo hemos vivido», ha dicho Hernández.
En la grabación de algo más de siete minutos y medio, Hernández también ha tenido tiempo para cuestionar el fuerte despliegue de las autoridades, a las cuales «se les pasó la mano», durante su aparatoso arresto el pasado 15 de febrero en su lujosa residencia en Tegucigalpa.
«Me di cuenta de que hubieron acciones que no tuvieron que haber realizado la Policía (…). Se les pasó la mano, ojalá no lo vuelvan a hacer con ningún hondureño», ha valorado el expresidente, cuyas imágenes de él esposado de pies y manos y con un chaleco antibalas dieron la vuelta al mundo.
Hernández también ha condenado «las limitaciones» a sus derechos, ya que no pudo comunicarse con el exterior –«no pude consolar a mi madre cuando murió mi abuela»–, ni dar entrevistas a los medios de comunicación que se las solicitaron una vez estuvo retenido.
Un juez aprobó este miércoles su extradición a Estados Unidos para ser juzgado de tres cargos por narcotráfico. Hernández habría estado relacionado con, entre otros, el capo mexicano de la droga Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, y el narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, quien habría financiado su campaña presidencial de 2013 a cambio de protección y evitar una posible extradición.
Antonio Hernández, su hermano, ya fue condenado por un tribunal federal en Nueva York a cadena perpetua y a pagar 138 millones de dólares (118 millones de euros), después de ser declarado culpable en octubre de 2019 por narcotráfico, posesión de armas y falso testimonio.