La Operación Luz de Esperanza logró recuperar a 10 menores víctimas del delito de trata de personas y en riesgo social, el Fiscal Primero Superior contra la Delincuencia Organizada, Emeldo Márquez, confirmó que las acciones se efectuaron específicamente en lugares como el Progreso y Balsa, distrito de Barú, en la provincia de Chiriquí y las autoridades costarricenses las realizaron en Barrio San Jorge y Laurel.
Con el apoyo de la Policía de Migración de Costa Rica, el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y la Policía Nacional, llevaron a cabo esta operación binacional con la que lograron desarticular una red de trata de personas con fines de explotación sexual, aprehendiendo a tres indiciados, de los cuales dos son panameños y uno costarricense.
«Las personas vinculadas son familiares cercanos de las víctimas, estas personas facilitaban la salida del territorio de la República de Panamá y la entrada en la República de Costa Rica a fin de que estas personas fueran explotadas sexualmente», explicó Márquez.
Las autoridades dieron a conocer que las sanciones penales por la comisión de este delito, conllevan penas de prisión que van entre los 20 a 30 años en su forma agravada.
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