Hay buenas señales de recuperación económica tras la llegada de la COVID-19 a América Latina, pero las exportaciones regionales de servicios aún no se han recuperado de la caída observada a raíz de la pandemia.
Así lo ve la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL), según la publicación de un nuevo informe denominado Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe, se estima que el valor de las exportaciones de bienes en Latinoamérica y el Caribe experimentarán un crecimiento del 25% este año.
Para el año pasado, la contracción para la misma región y en el mismo periodo de tiempo, fue del 10%.
El informe demuestra que el impulso de este año se debe al crecimiento del 17% de los precios de exportación y una expansión del 8% en el volumen exportado.
«El comercio internacional de América Latina y el Caribe tendrá en 2021 un importante repunte luego de la fuerte caída anotada el año pasado, pero esta recuperación será asimétrica y muy heterogénea entre los países de la región, en un contexto de gran incertidumbre por la crisis derivada de la pandemia», advierte el informe de CEPAL.
Problemas
En América, especialmente en los países del centro, hay una gran dependencia regional del turismo, por lo que la reapertura sin restricciones, de este sector condiciona negativamente las perspectivas de varias economías, especialmente del Caribe.
Se proyecta que la región como un todo registre en 2021 un superávit de $24.000 millones, por debajo de los $64.000 millones registrados en 2020.
Entre tanto CEPAL invita a los países de Centroamérica a ver los resultados en el tema de exportaciones e importaciones para que la recuperación económica sea más rápida y así no depender del turismo para ver mejores cifras.
El organismo proyecta que el valor de las importaciones de bienes aumentará un 32%, con una expansión del 20% en su volumen y un 12% en precios.
Para expertos, las exportaciones regionales de servicios aún no se han recuperado de la caída observada a raíz de la pandemia, lo que involucraría para América Latina, un llamado urgencia de profundizar en la integración económica regional.
Como ejemplo, se estima que el coste promedio global del flete de contenedores por vía marítima ha subido en más de 660% desde junio de 2019 a la fecha.
El mejor aliado
Curiosamente, el mayor dinamismo se registra en el comercio con China y dentro de la propia región, aunque con dinámicas muy distintas. La variación anual proyectada para 2021 del valor de las exportaciones regionales a China es de 35%, mientras que para la propia región de América Latina y el Caribe la cifra llega a 33%. Los envíos a la Unión Europea crecerían 23% y a Estados Unidos 19%.
“Avanzar hacia un mercado regional integrado es indispensable no solo para generar escalas eficientes de producción y promover procesos de diversificación productiva y exportadora, sino también para alcanzar una mayor autonomía en sectores estratégicos”, explicó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de CEPAL.
Futuro
Para 2022, se estima que el valor de las exportaciones e importaciones regionales de bienes crecerá en 10% y 9%, respectivamente, en el contexto de un menor crecimiento de la economía regional y mundial.
Existen varios factores de incertidumbre en el comercio mundial: desigual ritmo de vacunación y nuevas variedades del virus; presiones inflacionarias y dificultad para mantener los estímulos fiscales; tensiones comerciales y riesgos en el sector inmobiliario de China; disrupciones en las cadenas de suministro y alza de fletes.
Todo influye dentro del desarrollo de la economía, que trata de ser despertada con algunos planes de reactivación, pero que, a la fecha, no están dando los resultados esperados, ya que, en algunos países, especialmente de América Latina y el Caribe, los números siguen muy parecidos a los que se registraron en cuarentena el año pasado.
Desafíos
América Latina y el Caribe tiene un persistente déficit comercial en el sector farmacéutico y solo el 13% de sus importaciones viene de la propia región, lo que la deja en una situación vulnerable frente a perturbaciones en el abastecimiento externo.
El mercado local no resulta suficiente para impulsar una escala competitiva de producción en el sector farmacéutico ni tampoco en el de los dispositivos médicos.
Buscando un mercado amplio y más estable económicamente, durante la semana anterior, Panamá aceptó el reto de convertir al país en un hub farmacéutico, generando plazas de empleo y sobre todo, medicamento a costos más económicos.
“En Panamá el costo de la vida es muy elevado y tratar de invertir o gastar como se hacía antes de la pandemia no es posible y eso se ve reflejado en que la economía local, que no termina de despegar, sino que dependemos de que otras personas vengan a consumir para ver algo de ganancias por el trabajo realizado”, sostuvo el economista Pedro Rodríguez.
Ante esto, CEPAL recomienda en su informe implementar políticas que favorezcan una mayor integración de los mercados nacionales, a fin de crear un mercado amplio y estable que produzca los incentivos que se necesitan para expandir la producción regional.
Además, insta a armonizar normas entre países y reducir barreras comerciales con el fin de crear mercados regionales, así como aumentar insumos y productos reciclados en las cadenas de sectores exportadores de recursos naturales tales como minería, agroindustria y forestal.