La Navidad es una de las fechas más agradables del año, no solamente porque los escaparates y los locales comerciales se llenan de luces brillantes o porque compartimos Ron Ponche, Jamón Navideño, Tamales, y dulce de fruta como una tradición, con quienes nos visitan en esa fecha.
La llegada del niño Jesús, es la más esperada por los pequeños de las casa, que esperan los juguetes tan anhelados como recompensa por ser buenos estudiantes, y haber sido buenos niños durante todo el año que esta por finalizar.
Lo importante de esta fecha, es el momento de paz que vive el mundo, y que se hizo tradición desde la primera Guerra Mundial, cuando se acuñó la frase la Tregua de Navidad que ocasiono el cese al fuego en la Navidad de 1914, en Europa.
El Portal Wikipedia reproduce que:
“En la semana previa al 25 de diciembre, soldados franceses, alemanes y británicos cruzaron las trincheras para intercambiar saludos y charlas estacionales. En algunas áreas, hombres de ambos bandos se aventuraron en la tierra de nadie durante la Nochebuena y Navidad mezclándose e intercambiando comida y souvenirs. Hubo ceremonias funerarias conjuntas e intercambio de prisioneros, mientras que muchos encuentros terminaron en cánticos de villancicos. Se disputaron partidos de fútbol entre bandos, creando una de las más memorables imágenes de la tregua. Las hostilidades continuaron en algunos sectores, mientras que en otros las partes realizaron acuerdos solamente para recuperar cuerpos”.
Aunque con posterioridad a 1914, las ordenes de los jefes superiores prohibían la tregua ocasionando perdidas devastadoras, que aún son estudiadas por generaciones presentes.
Lo cierto, es como expresa el portal enfoquederecho.com
“Caso Emblemático de la Tregua de navidad”, fue el un 24 de diciembre de 1914, en medio de la Primera Guerra Mundial, los bandos enemigos de Gran Bretaña y Alemania decidieron poner un alto al fuego por la celebración de Navidad. Hoy este evento es conocido por ser uno de los momento históricos en los que la humanidad pudo vencer la crueldad de la Gran Guerra”.
Recordemos, que la Guerra es el paso siguiente cuando la diplomacia fracasa.
Es por ello que debemos agotar, y hasta tratar de mantener la vía del entendimiento, para no cruzar la línea. Si 100,000 soldados lo hicieron, y dejaron una enseñanza para la humanidad, entonces 107 años después nosotros podemos hacerlo.
Los pobladores del mundo, estamos agotados de las muertes, y de las luchas estériles, que no nos llevan a nada, solamente a acentuar la tristeza y dolor a la sociedad.
Estoy seguro, que muchos esperaremos la noche del 24 de diciembre para recibir el nacimiento del niño Jesús, y reflexionaremos por lo que fue este año que esta por terminar, y recordaremos a aquellos que partieron en el camino a la eternidad, con cariño y respeto, esperando en algún momento volvernos a encontrar.
Amigos, quiero desearles desde esta columna lo mejor para ustedes y los suyos, y que el niño Jesús los llene de Paz, larga vida y mucha prosperidad.
¡Feliz Navidad!