Mujeres de los programas de las transferencias monetarias cosecharon arroz orgánico 

Tras cuatro meses de arduo trabajo, nueve mujeres de los programas de transferencias monetarias condicionadas (PTMC) del Ministerio de Desarrollo Social cosecharon más de cinco quintales de arroz orgánico.

El arroz de la variedad Gab 11 fue producido en los alrededores de sus viviendas, ubicadas en la comunidad de Don Juan en la provincia de Coclé.

Cecilia Rodríguez, de 54 años, lideró el corte de arroz junto a ocho mujeres que desde hace un año están trabajando en la Escuela Campo “Tierra Linda”.

Allí, además del arroz, sembraron plátano, cebolla, maíz, zanahorias, tomates, pimentón, repollo y lechuga.

Esto, a través del programa de Redes de Familia del Mides que ofrece ayuda técnica y herramientas a 420 familias.

Estas familias desarrollan emprendimientos sostenibles en la provincia con inversiones que superan los 3 millones de dólares.

La  cosecha

El corte de arroz que abarcó cuatro parcelas de 400 metros comenzó a las ocho de la mañana y duró todo el día.

El resultado fue más de 80 mazos de arroz sin pesticidas, fungicidas y otros químicos que usualmente se utilizan para producir este grano.

Los abonos fueron desarrollados a partir de gallinaza, melaza, hongos, microorganismos como la trichoderma, estiércol, jugo de caña y maíz germinado.

Evitando así daños al medio ambiente, como la quema de bosques y la tala de árboles que realizan para la siembra tradicional.

La cosecha se realizó en el corregimiento de Las Huacas, en Natá que pertenece al Plan Colmena y que presenta un índice de pobreza multidimensional del 88.3%.

En la siega participó María Guevara y Ana Guevara de 39 y 24 años, respectivamente.

Ambas madres de hijos con discapacidad severa que han encontrado en el huerto “Tierra Linda”, un lugar para trabajar y llevar comida y dinero a sus casas.

El impacto que tiene las redes de familia en las mujeres rurales

La ministra de Desarrollo Social, María Inés Castillo, explicó que las Redes de Familia está promoviendo el empoderamiento de las mujeres rurales.

«Las estamos capacitando para que sean productoras certificadas», dijo Castillo.

Con esto se promueve así, esa movilidad social que le permitirá migrar del asistencialismo a proyectos sostenibles.

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