Los expertos de la OMS actualizan con regularidad esta lista de medicamentos esenciales para responder a las necesidades prioritarias de la salud humana y garantizar en teoría el acceso en todos los países a estos tratamientos de calidad y con precios asequibles.
En la última actualización de la lista, publicada el viernes, aparecen análogos de la insulina con un efecto prolongado (insulina degludec, detemir y glargina) y sus biosimilares.
La ventaja de estos medicamentos es que son menos caros que la insulina tradicional, según esta agencia de la ONU.
Además, su inclusión en la lista permitirá que estos medicamentos puedan beneficiarse de las precalificaciones de la OMS, lo que aumentará la oferta disponible y disminuirá los precios.
«La diabetes está aumentando en el mundo y este aumento es más rápido en países con ingresos bajos o medios. Demasiadas personas que necesitan insulina tienen dificultades financieras para acceder a ella o no pueden utilizarla y mueren», asegura el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un comunicado.
La insulina humana, cuyo descubrimiento se produjo exactamente hace cien años, es un medicamento clave para tratar la diabetes y figura en la lista de medicamentos esenciales de la OMS desde su primera edición en 1977.
No obstante, numerosos enfermos de diabetes tienen dificultades para recibir este tratamiento.
La OMS pone el ejemplo de Accra, capital de Ghana, «donde la cantidad de insulina necesaria para un mes cuesta a un trabajador el salario de 5 días y medio».
Tres farmacéuticas dominan el mercado mundial de insulina (Eli Lilly, Novo Nordisk y Sanofi) y, según la OMS, ponen precios prohibitivos para numerosos individuos y países.