La exempleada de la red social Frances Haugen testificó en el Capitolio después de haber filtrado a las autoridades y al diario The Wall Street Journal un enorme archivo de investigaciones internas de Facebook que ha alimentado una de las crisis más graves de la empresa.
“Creo que los productos de Facebook perjudican a los niños, avivan la división y debilitan nuestra democracia”, subrayó. “Es necesario que el Congreso actúe. No se resolverá esta crisis sin su ayuda”.
En su testimonio, Haugen señaló el peligro de concentrar tanto poder en manos de un servicio que se ha vuelto parte de la vida de tantas personas, así como los riesgos de que las plataformas del gigante de las redes sociales alimenten trastornos alimenticios, vergüenza corporal e insatisfacción personal, particularmente entre los jóvenes.
Asimismo, aseveró que “la empresa oculta intencionadamente información vital a los usuarios, al gobierno de Estados Unidos y a los gobiernos de todo el mundo”, agregando que “la gravedad de esta crisis exige que salgamos de nuestros anteriores marcos normativos”.
Haugen habló ante los senadores un día después de que Facebook, su aplicación para compartir fotos Instagram y el servicio de mensajería WhatsApp estuvieran fuera de servicio durante aproximadamente siete horas, afectando a “miles de millones de usuarios”, según el rastreador Downdetector.
¿Un punto de inflexión?
“Este es mi mensaje para (el director ejecutivo de Facebook) Mark Zuckerberg. Tu tiempo de invadir nuestra privacidad, promover contenido tóxico y aprovecharte de los niños y adolescentes ha terminado”, dijo el senador Ed Markey.
“El Congreso tomará medidas (…) no permitiremos que tu empresa siga dañando a nuestros niños, nuestras familias y nuestra democracia”, añadió.
La senadora Amy Klobuchar consideró que las revelaciones de la denunciante representan el empuje que se necesita desde hace tiempo para que el Congreso tome acción.
“Ha llegado el momento de actuar, y creo que usted es el catalizador de esa acción”, dijo a Haugen.
Los legisladores estadounidenses llevan años amenazando con regular a Facebook y otras plataformas ante las críticas de que los gigantes tecnológicos invaden la privacidad, sirven de megáfono para peligrosa desinformación y perjudican el bienestar de los jóvenes.
Facebook rechazó con vehemencia los artículos de The Wall Street Journal, respaldados por los voluminosos estudios internos que Haugen filtró, a cuyo testimonio de este martes también se opuso ferozmente.
Haugen “no trabajó en la seguridad de los niños ni en Instagram ni investigó estos temas y no tiene conocimiento directo del tema por su trabajo en Facebook”, tuiteó Andy Stone, un portavoz de la compañía.
Un comunicado de Facebook la llamó “una exgerente de producto que trabajó en la empresa durante menos de dos años, no tenía subordinados directos, nunca asistió a una reunión de decisión con ejecutivos de nivel C”.
“No estamos de acuerdo con su caracterización de los muchos temas sobre los que testificó”, señaló el comunicado de Lena Pietsch, directora de comunicaciones de la firma.
“Han pasado 25 años desde que se actualizaron las reglas de Internet (…) es hora de que el Congreso actúe”, agregó haciéndose eco de la posición de Facebook acerca de que la regulación es responsabilidad de los legisladores, no de las empresas.
Los expertos no estaban seguros de que el testimonio de Haugen sirvieran para poner fin a años de disputas partidistas sobre el asunto. “Es posible, pero no seguro, de que la audiencia de hoy marque un verdadero punto de inflexión”, dijo Paul Barrett, subdirector del Centro Stern de Empresas y Derechos Humanos de la Universidad de Nueva York.
“Me encanta Instagram”
Haugen, una ingeniera de información de 37 años nacida en Iowa, ha trabajado para empresas como Google y Pinterest, pero -en una entrevista el domingo con el programa de noticias “60 Minutes” de la cadena CBS- aseguró que Facebook era “sustancialmente peor” que todo lo que había visto.
El vicepresidente de política y asuntos globales de Facebook, Nick Clegg, rebatió con vehemencia la afirmación de que sus plataformas son “tóxicas” para los adolescentes, días después de una tensa audiencia de varias horas en el Congreso en la que los legisladores interrogaron a la empresa sobre su impacto en la salud mental de los jóvenes usuarios.
A última hora del lunes, Facebook achacó el apagón a cambios de configuración que realizó en los routers que coordinan el tráfico de red entre sus centros de datos.
“Esta interrupción del tráfico de la red tuvo un efecto en cascada en la forma en que nuestros centros de datos se comunican, haciendo que nuestros servicios se detuvieran”, dijo el vicepresidente de infraestructura de Facebook, Santosh Janardhan, en una publicación.
Además de la interrupción del servicio para las personas, las empresas y otros que dependen de las herramientas de la compañía, el mismo Zuckerberg recibió un golpe financiero.
El rastreador web de multimillonarios de Fortune indicó a última hora del lunes que la fortuna personal de Zuckerberg se redujo en casi 6.000 millones de dólares con respecto al día anterior, situándose en algo menos de 117.000 millones de dólares.
Algunas personas se alegraron de que las herramientas de Facebook estuvieran fuera de servicio, pero otras se quejaron de que la interrupción les causó problemas profesionales y personales.
“Me encanta Instagram. Es la aplicación que más uso, sobre todo para mi trabajo”, dijo a la AFP Millie Donnelly, administradora de redes de una organización sin ánimo de lucro.
“Así que profesionalmente, es definitivamente un paso atrás. Y luego personalmente, simplemente estoy siempre en la aplicación”.