Panamá y el cambio climático, ¿qué tan privilegiados somos?

Foto: Cortesía Sinaproc

Desde niños escuchamos aquella frase de que Panamá es un país privilegiado, ya que las emergencias o desastres naturales no registran una gran cantidad de víctimas fatales o pérdidas millonarias; pero, ¿qué tan cierto es eso?

El informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que publicó Naciones Unidas a principios del mes de agosto, manifiesta que el cambio climático está incrementando un poco la frecuencia de las tormentas y huracanes tropicales en las seis zonas ciclo genéticas que hay en el mundo, al leerlo de esta manera, podríamos pensar que es algo ajeno a nuestro país, pero expertos en el tema consideran que debemos estar alerta.

Freddy Picado, doctor en meteorología del Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y El Caribe (Cathalac) explicó que Panamá es privilegiado en el sentido de que está «abrigado» por el norte de Colombia y el norte de Venezuela y esa es una protección natural.

Pero, lo que hay que tener en cuenta es que si se revisa la trayectoria de los últimos 100 años, sobre las tormentas y los huracanes tropicales, se podrá ver que solo un huracán ha entrado directamente al territorio panameño, los otros han pasado cerca y solo el hecho de pasar cerca tiene una influencia indirecta que incrementa la cantidad de lluvia en el territorio nacional.

«Entonces, claro que debemos prepararnos, porque Eta e Iota demostraron claramente que en el país no se tiene un Sistema Nacional de Alerta Temprana, un sistema que como la palabra lo dice debe estar organizado por diferentes instituciones; tener al Sinaproc, tener a Etesa, no es suficiente; debe ser algo más completo, integrado por diferentes instituciones y ministerios que trabajen de manera coordinada», explicó el meteorólogo.

El exdirector del Sistema Nacional de Protección Civil de Panamá, José Donderis, concuerda con esta analogía y asegura que estamos totalmente equivocados en el manejo de la gestión de emergencia y la gestión de riesgo, porque se espera a que existan afectaciones para poder responder.

«Las personas dicen que en Panamá no tenemos influencia directa de huracanes, eso es totalmente falso, que no nos peguen de forma tan directa, sí, pero sus bandas de rotación son tan grandes que traen lluvias que provocan inundaciones y vientos fuertes que provocan desastres», manifestó.

Ambos expertos concuerdan en que se deben mejorar algunos aspectos para poder tener una mejor preparación como país, en cuanto a temas de desastres ambientales, entre ellos están: la capacidad de pronóstico, la capacidad de coordinación, actualizar aspectos como la cartografía de desastres a nivel local, ya que el país no cuenta con una actualizada por lluvias intensas, por inundaciones, por deslizamientos.

Según Picado, todo eso se puede mejorar con capacidades humanas, con una mayor cantidad de meteorólogos y fortaleciendo los aspectos de tecnología. «Son varios frentes que hay que atacar, esperamos que con la creación del nuevo Instituto de Meteorología se atiendan estas brechas que todavía existen».

Donderis aseguró que se sigue capacitando institucionalmente pensando que las instituciones del gobierno central tienen la  capacidad para responder y eso es totalmente falso, ya que la  solución a eso es capacitar a la población, «cosa que no se está haciendo».

El exdirector del Sinaproc concluyó asegurando que la importancia de este tipo de instituciones no es solo crear alertas, sino que se debe generar más información sobre qué deben hacer antes, durante y después de estas emergencias.

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