La inteligencia artificial por sí sola no resuelve absolutamente nada. Peca de ingenuo quien piensa que, al igual que en el mito del vampiro ante la cruz, la delincuencia social corre despavorida ante la presencia de la tecnología. Sin embargo, a esto apuesta el Ministerio de Seguridad (Minseg): a utilizar la inteligencia artificial para hacer frente a la delincuencia que, en la percepción ciudadana, parece reinar impunemente en las calles nacionales. Según anota el más alto funcionario encargado de la seguridad en el país, muy pronto pondrán a funcionar el Sistema de Verificación Ciudadana, con el que los agentes del orden público verificarán en sus aparatos celulares datos como la placa vehicular, número de cédula y lectura facial sin una intervención directa con la persona.
El éxito de tecnologías como la aludida, estriba en que llevan a nuevos niveles de perfección los procesos ya existentes aportándoles más eficiencia y rapidez. Pero, el problema que enfrenta el país es la absoluta ausencia de esos procesos que garanticen la integridad, los bienes y la vida del ciudadano. Las rondas policiales, por ejemplo, brillan por su ausencia en las calles y en los barrios, propiciando las condiciones que favorecen el acecho y el accionar del hampa criollo. Más concentrados en el montaje de los inconstitucionales “retenes”, las unidades policiales se dedican en los sitios y las horas más inoportunas a un proceso cuyo único logro es causar inoportunos tranques y molestias locales. También, son demasiados los barrios y localidades donde la única presencia policial es la de las cuatro paredes de los pequeños cuarteles u oficinas ubicadas en el área: a la hora de solicitarse ayuda, o nunca llega o acude demasiado tarde, cuando ya está consumado el delito.
Aspirar a la integración de la tecnología y los procesos sociales es un sueño válido que es la tendencia a nivel global. Pero, pretender instaurar la tecnología sin antes desarrollar, fortalecer y perfeccionar exitosamente algunos procedimientos básicos y funcionales para combatir la delincuencia, es como poner la carreta delante de los bueyes.
“Queremos tener una ciudad con inteligencia artificial”, declara el máximo responsable del Minseg. Dadas las circunstancias de seguridad actuales, en este país nos conformamos con tener ciudades mejor gestionadas con inteligencia humana. Cualquier tipo de inteligencia que venga después será ganancia para todos.