La número dos del ranking mundial de tenis, fue la elegida para ejercer de última relevista en el Estadio Olímpico y encender el majestuoso pebetero frente a unas gradas prácticamente vacías a causa de la pandemia de coronavirus.
«Sin duda es el mayor logro deportivo y honor que tendré en mi vida», mencionó la japonesa por medio de Twitter. «No tengo palabras para describir los sentimientos que tengo en este momento, pero sí sé que estoy llena de agradecimiento y gratitud», añadió.
Los anfitriones decidieron darle el protagonismo a una de las nuevas grandes estrellas del deporte mundial, ganadora de cuatro Grand Slams con solo 23 años y muy popular especialmente en el mundo de las redes sociales.
¡QUÉ COMIENCE LA HISTORIA! 🔥🇯🇵
Naomi Osaka sube las escaleras y enciende el pebetero en #Tokyo2020 pic.twitter.com/nsFJVDwtQ6
— Claro Sports (@ClaroSports) July 23, 2021
Naomi nació el 16 de octubre de 1997 en la ciudad japonesa de Osaka, se instaló a los tres años en Nueva York junto a su padre de origen haitiano, Leonard François, su madre Tamaki y su hermana Mari. La atleta posee doble nacionalidad, vive en Estados Unidos pero representa deportivamente a Japón.
En 2020 se convirtió en la primera figura del tenis que dio un paso pase adelante para protestar por el crimen de George Floyd y se unió al parón que realizaron los jugadores de NBA.
Las batallas de Osaka
Este año, Osaka ha estado batallando por impulsar el debate sobre los desafíos de salud mental que se presenta en el mundo del deporte profesional.
Durante su participación en el Roland Garros dio a conocer sus problemas de ansiedad y depresión durante su carrera, además se tuvo que retirar de la competición tras ser multada por no conceder ruedas de prensa.
«No estoy cómoda hablando en público y siento una inmensa ansiedad cuando debo dirigirme a la prensa mundial», comentó.
Sus grandes logros conseguidos a una corta edad y su perfil mestizo, Naomi ha llamado el interés de las grandes marcas en los últimos años. Con esto se convirtió en la atleta mujer mejor pagada a nivel internacional.
Su impacto también llega a su país natal, ya que también es un símbolo de las reivindicaciones a favor de los «hafu». Esta es una palabra que deriva del término mitad y con la que se refieren a los mestizos.
No obstante los prejuicios raciales fuertes se siguen presenciando, Los hijos de matrimonios mixtos, representan un 2% de nacimientos anuales en el país asiático. Además un claro ejemplo de estos problemas es la historia de los padres de Osaka, debido a que su unión fue muy complicada de aceptar por la familia de su madre.