Hace dos semanas Édgar Yoel Bárcenas marcó con el Girona un golazo en la casa del Real Oviedo que no pudo celebrar por respeto a su ex club. Alguien me dijo por twitter que había sido un gol de primera división. Ese día me pasaron muchas cosas por la cabeza sobre este jugador colonense de pequeña estatura, pero con una calidad que rebasa su corta talla, que al final es lo que manda en el fútbol.
Pensé, que desde el 2016 Yoel muy bien podría considerarse como el jugador más regular que ha tenido el fútbol nacional tanto con la selección como con sus clubes en el exterior. Respondió en la selección cuando se le dio la oportunidad en la última parte de la eliminatoria para Rusia 2018; a los 24 años pudo jugar la Copa del Mundo donde para este servidor fue el mejor jugador que tuvo el equipo del Bolillo Gómez. Fue titular en los tres partidos en los que jugó 222 minutos de los 270.
Lamentablemente el Mundial de Rusia no le cambió la vida a ninguno de nuestros jugadores, cada uno tuvo que seguir trabajando como lo venían haciendo antes del torneo. Tanto Bárcenas como el Puma Rodríguez o Fidel Escobar, por nombrar solo a estos jóvenes, tuvieron que ganarse la vida jugando en la segunda o tercera división del fútbol español.
Desde mitad del 2016 cuando se incorporó al Cafetaleros de Chiapas en la segunda división del fútbol mexicano, Yoel ha pasado los últimos cinco años buscando celebrar su paso a la primera división. Por ironías de la vida, el jugador panameño ya había ganado con su club el torneo de ascenso en México, pero su equipo no cumplía las exigencias para jugar en la división de honor. No hubo celebración, como tampoco la hubo hace dos semanas cuando le marcó una joya de gol al Real Oviedo, un tanto igual al que le he visto hacer a grandes luminarias del fútbol mundial.
Con 27 años a cuestas, Yoel sigue sudando para alcanzar el anhelado ascenso que consiguió una vez Rommel Fernández con el Tenerife, en la temporada 1988-89, cuando en España todavía no se conocía nada del fútbol panameño. Hoy el Girona está peleando un puesto para clasificarse entre los seis primeros para la liguilla final de la segunda división. No sé si se consiga el objetivo, pero está por contado que el pequeño panameño aporta con su trabajo para ese fin.
Con el Cafetaleros fueron 45 partidos y 12 goles en dos temporadas, con el Oviedo 72 partidos y 14 goles también en dos ediciones, y ahora con el Girona lleva 3 goles en 31 partidos en una campaña. Sus estadísticas hablan por sí del panameño que con su corta estatura juega al fútbol con mucha altura, siempre se lo ve escurridizo intentando desequilibrar con sus movimientos como en la jugada de gol ante el Oviedo.
El caso de Bárcenas es un vivo ejemplo de lo difícil que es jugar en la segunda división, sea en América o Europa, si no se tiene la suerte de poder subir al ascenso, algunos se tendrán que jubilar en la segunda división. Desde hace un tiempo para acá, varios panameños están intentando hacerse un nombre en la tercera o segunda división del fútbol español donde también hay muchos jóvenes de otras nacionalidades que tienen el mismo anhelo. Solo hay que echar una mirada al paso de Yoel por el fútbol español, que ha sido aceptable, para darse cuenta que competitivamente es complicado.
Alguna vez Julio Dely Valdés dijo en el caso de Fidel Escobar, que un jugador como él, que venía de jugar como titular el Mundial, no era para estar jugando en una tercera división del fútbol español. Sobre el mismo tema, Gary Stempel ripostó que de todos modos un jugador va a mejorar su calidad de vida con un mejor salario en Europa y que va a aprender más que si se quedara en Panamá.
En el caso de Bárcenas lo veo diferente. Este muchacho ha sido constante desde que dejó al Árabe Unido. Me parece que a sus 27 años necesita mejor suerte, porque donde ha jugado ha dejado su sello. No sabemos si con el Girona pueda llegar a la primera división, para lo que el jugador ha venido trabajando incansablemente, pero si no se puede deportivamente tiene que haber otra solución. Su representante tiene que buscar otros caminos. Me parece que ya es tiempo para que el panameño esté en la división de la que todo futbolista quiere formar parte.
A Yoel le hemos visto buenos partidos y goles espectaculares. La prensa que se le ha hecho ha sido en base a lo que hace en la cancha. Cada vez que luce una nueva camiseta ha superado las expectativas, es un futbolista constante, con sus bajas como cualquier otro, pero han sido pasajeras. Como se dice, es un jugador con un rendimiento regular.
Me parece que entre todos esos legionarios panameños que juegan en las categorías menores del fútbol español, Yoel Bárcenas está para jugar en una primera división, sea en Europa o América, no tiene que demostrar más nada, se lo merece, aunque se dice que el fútbol no es de merecimientos. El colonense ha trabajado con mucho sacrificio desde que los vimos con el Árabe Unido. Cómo no recordar ese gol «maradoniano» de visitante ante el Monterrey desde la media cancha en la Concachampions. Desde entonces no ha defraudado y siempre nos ha regalado pinceladas de buen fútbol, algunas veces adornadas por goles especiales.