En sus últimas horas como jefe del Ministerio Público, Eduardo Ulloa escucha una y otra vez la misma pregunta: ¿Por qué?
Dónde quiera que se menciona el tema en Panamá, la pregunta es la misma. Todo se resume en saber la verdad tras la renuncia de Eduardo Ulloa Miranda, pero mientras más tiempo pasa as esperanzas de obtener una respuesta concreta del procurador que renunció sorpresivamente se disipan. Al mismo tiempo, a través de la densa nube de misterio alrededor de la salida de Ulloa, se fortalecen teorías que intentan encontrar el por qué, de su renuncia.
En medio de la incógnita, algunos argumentos toman fuerza. Primero parece haber un consenso en cuanto al contexto de la renuncia de Ulloa. Se fue, porque no obtuvo respaldo para investigar a alguien muy bien conectado con los círculos económicamente poderosos y de poder político.
El asunto es ¿Quién lo dejó “colgado de la brocha” y cuál era la investigación en la que surgió el tropiezo, que ha provocado tan abrupto desenlace? Esas son justamente las respuestas que Ulloa mantiene en la más estricta reserva, y qué la opinión pública percibe que las esconde por falta de valentía. “Este procurador no ha dicho la verdadera causa de su renuncia. lo de los albergues, no tendría jamás que hacer renunciar a un procurador con pantalones bien puestos y amarrados”, ha escrito en su cuenta de Facebook, el coronel (R), Roberto Díaz Herrera, conocido por haber denunciado atrocidades y crímenes de la dictadura de Manuel Noriega, con quien fue compañero de armas y jefe de Estado Mayor.
“¿Qué le impide a un funcionario tan alto total independencia de dar la orden de arresto al nivel que sea? ¿Acaso conseguiría críticas o más bien aplausos?”, se pregunta Díaz Herrera y afirma que Ulloa se retira en deuda, “le debe al pueblo panameño el valor de decir (aguantando el lógico temblor en sus esfínteres- el miedo es humano-) las verdaderas razones de por qué renunció; quién lo amenazó u obligó a hacerlo”.
Hipótesis
Un testigo dice en su cuenta de Twitter, que habló el martes con Ulloa y percibió en él, la frustración que lo llevó a renunciar horas después. Se trata del abogado Sidney Sitton, que en su mensaje publicado cinco minutos antes de las 2 de la tarde del miércoles asegura que el exprocurador le había contado su decisión. “sentí a un hombre abrumado e impotente frente a la injerencia de Políticos de gobierno en el correcto desempeño de sus funciones”, afirma el abogado.
Según información que no ha sido confirmada o negada por ninguna de las partes involucradas, el martes en la tarde Ulloa estuvo en la Presidencia de la República, no queda claro con quién estuvo reunido, pero fuentes allegadas a este reportero, aseguran que esperaba recibir el respaldo del Ejecutivo frente a decisiones en las que estimaba necesarias, pero se encontró con un desolador silencio.
Aunque esa es solo una teoría, pareciera tener sentido, si se toma en cuenta la versión del abogado Kevin Moncada, quien asegura que Ulloa dejó muy claras las razones de su renuncia encriptadas en una especie de código en la carta que hizo pública el miércoles al mediodía. “Hay que mirar entre líneas”, dice Moncada y aventura una especie de interpretación de lo que asegura es el mensaje en clave que explica la renuncia: Pareciese ser que le dieron instrucciones sobre cómo llevar estas investigaciones, (el caso delas denuncias de abusos en los albergues infantiles), para proteger a gente muy poderosa y él no quiso dar su brazo a torcer y por eso renunció”.
Cualquiera que sea la razón es Ulloa, el único que puede develar lo que hasta ahora permanece como un incómodo secreto: ¿Por qué renunció Ulloa?