Las mutaciones y variantes del virus SARS-Cov-2, son inevitables. Es la forma que tiene para adaptarse y sobrevivir. Se han registrado más de mil linajes, desde que se identificó este virus en diciembre de 2019, en Wuhan, China.
Sin embargo, las variantes identificadas en el Reino Unido, Sudáfrica, Brasil están causando especial preocupación, debido a que de acuerdo con lo que sugieren los estudios, son más contagiosas y podrían ser más letales.
La naturaleza humana y los picos de contagios
Tampoco son las únicas responsables del aumento de las curvas de contagios. Todavía, la razón es la misma: la conducta del hombre, es la fuente principal para estos resurgimientos, expresa la doctora Martha Lucía Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud (INS) de Colombia.
¿Acaso el surgimiento de estos linajes, ponen en riego a las vacunas contra la COVID-19? El doctor Nestor Sosa, nos explica que, es “mucho mejor colocarse la vacuna que esperar y correr el riesgo de enfermar y morir por COVID-19”.
¿Qué es una variante? El virus mientras se replica, sufre mutaciones genéticas que, crean lo que se conoce como variantes. Algunas, debilitan al virus y otras no tienen impactos. Sin embargo, si, por el contrario, confieren alguna ventaja, esa variante va a proliferar.
Las variantes que se desvían significativamente de sus ancestros virales pueden ser designadas como pertenecientes a un nuevo linaje o ramificación en el árbol evolutivo. En el debate público, sin embargo, los términos variantes y linaje, se utilizan indistintamente, explica en un artículo, Bloomberg.
A principios de 2020 surgió la variante con la denominada mutación D614G. En junio, había reemplazado a la cepa inicial identificada en China para convertirse en la forma dominante del virus que circula a nivel mundial.
Otra variante se relacionó con el visón de granja en una docena de pacientes en el norte de Jutlandia, Dinamarca, pero no parece haberse extendido ampliamente
¿Qué tanto preocupan? La identificación del linaje B.1.1.7 en Reino Unido, con importantes mutaciones en el otoño del 2020, se propaga con mayor facilidad y rapidez, de acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Se cree que es un 50% más infecciosa que las anteriores.
Esta se duplica cada 10 días , con una tasa de transmisión de al menos un 35-45% más alta que las cepas anteriores en Estados Unidos, según datos científicos citados por Bloomberg.
La otra variante o linaje identificada como B.1.351 (501Y.V2.), fue detectada en Sudáfrica, en octubre de 2020 y comparte algunas mutaciones con la B.1.1.7., observó el CDC. Es aproximadamente un 50% más transmisible que las versiones anteriores.
La tercera fue llamada P.1, hallada en viajeros procedentes de Brasil en un aeropuerto de Japón, y como explica el CDC, contiene un juego de mutaciones adicionales que podrían afectar su capacidad de ser reconocida por los anticuerpos.
El lunes pasado, el portal New Medical Life Sciences publicó un reporte preliminar de un equipo de investigación interdisciplinario de Uganda y el Reino Unido que informa sobre la aparición y propagación de una nueva variante del linaje A del SARS-CoV-2 con múltiples cambios de proteínas en todo el genoma viral, en ese país. El informe preliminar, no ha sido revisado por pares.
¿Producen síntomas diferentes? Un informe publicado por British Medical Journal, encontró diferencias leves en pacientes británicos infectados con la variante B.1.1.7, en comparación con otras cepas.
Datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido, citados por Bloomberg, indican que las personas con la nueva variante tienen menos probabilidades de experimentar la pérdida del sentido del olfato o el gusto.
¿Qué tan extendidas están estas variantes? La Organización Mundial de la Salud en su último reporte, fechado 16 de febrero, de las variantes de preocupación (VOC, por sus siglas en inglés) informó que, los casos importados o la transmisión comunitaria de la variante B.1.1.7 ( VOC 202012/01) estaba presente en 94 países. En tanto que, la variante 501Y.V2 (VOC202012/02) 46 naciones, y la P.1. en 21.
Tres variantes han sido detectadas y secuencias en 20 países de la región, dijo el doctor Sylvian Aldighieri, Gerente de Incidente para COVID-19, de la OPS.
¿Están presentes estas variantes en Panamá? El Instituto Gorgas, el pasado 10 de enero, informó que la mutación D614G se encontró en el 70% de los casos.
El 22 de enero, se detectó en el país, a un pasajero proveniente de Sudáfrica, con la variante 501Y.V2. El 29 de enero, en una pareja que también provenía de Sudáfrica. El 14 de febrero, el Ministerio de Salud, descartó a la pareja.
En el informe de la OMS, Panamá no está listado con presencia de nuevas variantes, excepto en el caso de la 501Y.V2. En el informe epidemiológico que emite semanalmente el organismo, fechado 24 de enero, aparece como uno de los 25 países en los que se verificó la presencia de esta variante.
¿Debemos vacunarnos con una que muestre menor eficacia? El doctor Nestor Sosa, infectólogo y exdirector del Instituto Gorgas, coincide con el principio de la OMS en torno a las vacunas y las variantes: es más beneficioso aplicarse una vacuna que, infectarse con el virus.
El científico aclaró que, los cambios en la proteína «spike» o la corona que tiene esta variante del virus, disminuyen la capacidad de la vacuna de prevenir la enfermedad leve a moderada. Pero como detalla, todas las vacunas estudiadas en Sudáfrica como Astra-Zeneca, Jhonson & Johnson, así como Novavax, han demostrado una menor eficacia en ese país. Esto, por ahora, enfatizó.
El científico, expresa que, hasta el momento, no se tiene información suficiente para saber si las vacunas tendrán la eficacia suficiente para disminuir enfermedad severa, hospitalización y muerte contra esta variante específica.
Es esencial inocularse con la vacuna que se tenga disponible y que haya sido debidamente aprobada, reiteró el exdirector del Gorgas.
¿Serán más protectoras algunas vacunas, que otras? El infectólogo responde que la eficacia de todas las vacunas contra el COVID como Pfizer, Moderna, AZ-Oxford, Sputnik V para prevenir enfermedad severa, hospitalización y muerte; ha sido muy cercana al 100%.
La mayor diferencia en la eficacia se ha visto en la capacidad de la vacuna, de acuerdo con los estudios publicados, de prevenir enfermedad leve a moderada.
Las vacunas de ARN mensajero han demostrado entre un 94 a 95% de protección contra enfermedad leve a moderada. Sputnik V, tiene una eficacia de 91.6%, AstraZeneca, para prevenir enfermedad leve, un 70% aproximadamente.
La vacuna de Johnson & Johnson, con una sola dosis, demostró una eficacia de 72% en los pacientes estudiados en Estados Unidos y 66% en América Latina. Información preliminar sobre la vacuna de proteína de NOVAVAX, demuestra que tiene una eficacia de 89%.
Entonces, como reseña: “todas las vacunas han demostrado prevenir enfermedad severa, hospitalización y muerte”.
Contar con una vacuna con una vacuna que muestre eficacia de 100% y prevenga estas consecuencias, es importante. “Si se diese el caso que uno pudiera escoger entre varias vacunas, lógicamente yo recomendaría la vacuna que confiere la protección más alta contra todos los tipos de enfermedad, leve, moderada o severa”, agregó.
Sin embargo, como dilucida: la realidad es que la disponibilidad de las diferentes vacunas no es igual
“En ese caso, es mucho mejor colocarse la vacuna que esperar y correr el riesgo de enfermar y morir por COVID-19” termina recomendando.