Fitch Ratings informó que, rebajó la calificación de la deuda soberana de Panamá desde ‘BBB’ a ‘BBB-‘ con una perspectiva negativa.
El déficit fiscal, la acumulación de deuda, y un tercer elemento como la afectación de la economía son las métricas usadas para un cambio de perspectiva y de calificación.
En noviembre Standard & Poor’s bajó de BBB+ a BBB. Aunque mantuvo el grado de inversión del país.
Según la nota emitida por Fitch, la rebaja es un “reflejo del severo debilitamiento de las finanzas públicas debido a la perturbación económica causada por la pandemia de coronavirus, que ha exacerbado el debilitamiento subyacente de las tendencias fiscales anteriores a 2020”.
El peso de la deuda pública
La agencia destacó como factor clave la relación Deuda/ Producto Interno Bruto (PIB) que alcanzó el 60.5% , porcentaje que rebasa el umbral del 52.9% considerado para la clasificación ‘BBB’.
En tanto, la deuda del gobierno central aumentó al 68% del PIB en 2020 desde el 46,4% en 2019. El aumento de deuda incluye una operación de pre financiamiento por mil millones (1.8% del PIB) para cubrir los pagos de amortización en enero y febrero de 2021.
La carga de la deuda consolidada del gobierno, según una proyección de la calificadora, continuará aumentando gradualmente y alcanzará un máximo en 64% del PIB para 2024.
Esta sumada a la carga de intereses como porcentaje de los ingresos, están muy por encima de las medianas ‘BBB’ y va en aumento reseñó, a la vez que destacó que, la base de ingresos está a la baja y descendente, razón por la que el país tiene un limitado espacio fiscal para hacer frente a futuras crisis.
el gobierno implementó un paquete de apoyo correspondiente al 3% del PIB
Con un PIB sin precedentes, la contracción y la pérdida de ingresos públicos, han provocado un aumento sustancial de la deuda pública. Una relación Ingresos / PIB bajo y decreciente, es un indicador de un escaso y limitado espacio para responder a los choques económicos, sustentó Fitch.
La perspectiva negativa refleja los riesgos para la trayectoria de la deuda pública y la incertidumbre que estableció la ruta de consolidación fiscal en la Ley de Responsabilidad Fiscal que sufrió una modificación, dados los desafíos fiscales subyacentes.
Una perspectiva económica poco alentadora
Fitch estimó que el PIB real se contraerá un 17,7% en 2020, la cuarta contracción económica más profunda en comparación con los soberanos calificados por la agencia (solo por encima de Macao, Maldivas y Líbano), y más del doble de la estimación del 6,9% para la mediana actual de ‘BBB’.
La recuperación económica estará impulsada por un efecto base tras la profunda contracción de 2020 aunque como advierte las medidas de bloqueo pesarán en el primer trimestre de 2021. Este impulso vendrá de la recuperación del consumo tras la flexibilización de las restricciones de movilidad, proyectos de infraestructura dirigidos por el gobierno que considera la Línea 3 del Metro de Panamá y un año de producción en la mina de cobre Minera Panamá.
“El crecimiento económico en los dos próximos años no serán suficientes para alcanzar los niveles de PIB prepandémicos”, advirtió.
El Canal de Panamá sigue siendo una fuente constante de ingresos a pesar de la pandemia. Un cambio en la demanda global de servicios y mercancías compensa la pérdida de tránsito por el canal debido a la crisis económica mundial. El nuevo recargo por uso de agua también ayudó al cobro de peajes en 2020.
La pandemia prolongada impacta a la calificación soberana
Otro factor para desmejorar la calificación apunta a una pandemia prolongada y los retrasos en la distribución de las vacunas señalados como principales riesgos para la recuperación económica en la consolidación para los próximos años.
Las medias estrictas y prolongadas en Panamá resultaron en una profunda reducción de la actividad económica.
Fitch estima que el declive del Sector Público No Financiero (SPNF) de Panamá alcanzó el 9.6% del PIB en 2020, impulsado por una contracción en los ingresos del 23% en comparación con 2019. Los impuestos indirectos, incluidos el del consumo y las importaciones, fueron los más afectados.
Estos disminuyeron en un 33,7% en relación con 2019. Los gastos se redujeron en un 3,1% a partir del tercer trimestre – último dato disponible – en comparación con 2019.
Además, consigna que el gobierno implementó un paquete de apoyo correspondiente al 3% del PIB, que incluía gastos relacionados con la salud, transferencias de ingresos a la población vulnerable y extensiones a los plazos de pago de impuestos.
Sin embargo, los gastos de capital disminuyeron a medida que la movilidad y las restricciones retrasaron los proyectos de infraestructura pública.
Destaca que el presupuesto de 2021 muestra un déficit por encima del 7% del PIB, lo que para la calificadora es “alcanzable a la luz de la situación para la recuperación parcial de la economía”. La reducción del déficit presupuestario se sustentará en los ingresos.
El gobierno planea reasignar partidas de gastos en lugar de reducir el apoyo fiscal relacionado con la pandemia de 2020, expresa Fitch.
“La consolidación fiscal estructural más allá de 2021 enfrentará debilidades y no esperamos que el gobierno alcance los objetivos fiscales en 2022”, manifestó la agencia de calificación.