En los próximos años o, incluso meses, la opción de comprar un automóvil eléctrico en Panamá será accesible, real y viable. Su próximo vehículo pudiera moverse con electricidad. Esto será posible gracias a la instalación de decenas de cargadores a lo largo del país, una nueva legislación que creará condiciones favorables y el interés de las marcas de automóviles por ofrecer nuevos modelos eléctricos.
Poco a poco irán desapareciendo las barreras para el desarrollo de este nuevo mercado. Que mi automóvil se quedará sin energía en pleno recorrido. Que no podré ir hasta el interior. Que demora mucho recargar una batería de un auto eléctrico. Que son muy costosos los modelos eléctricos. Estos argumentos se están desmoronando frente a una nueva realidad que permitirá autos eléctricos más económicos, con incentivos fiscales, con mayor autonomía y una mayor cantidad de puntos de recarga a nivel nacional.
Se acaban de habilitar cuatro nuevos cargadores en igual número de supermercados a cargo de la empresa Evergo, plataforma tecnológica del grupo InterEnergy Group. A partir de ahora se puede ir de compras y dejar el vehículo eléctrico en el punto de carga. En una hora o menos la batería queda 100% cargada. Lo mejor es que Evergo avanza en la instalación de 200 cargadores más como estos.
La iniciativa es paralela a otros proyectos privados a cargo de Ensa Servicios, que ya habilitó seis puntos de recarga, el más reciente en el Down Center de Costa del Este. Con sus 7KW de potencia es compatible con la mayoría de las marcas de automóviles que tienen modelos eléctricos.
A nivel de concesionarios, el Grupo Sílaba presentó el Kia Soul eléctrico, Consúltenos el Audi e-tron y Bavarian Motors impulsa el segmento eléctrico de su oferta con BMW i. Recientemente se presentaron las scooters marca NIU 100% eléctricas. A nivel de transporte público, BDY ha habilitado una flota de taxis eléctricos en Colón, además de dos buses que han estado en plan piloto junto a Metro Bus.
Las estadísticas muestran, sin embargo, la incipiente presencia de la movilidad eléctrica en Panamá. Unos 50 automóviles eléctricos se han registrado en el país, según datos de la Secretaría de Energía. Es decir, menos del 1% de la flota existente.
Ese porcentaje parece estar lejos de la meta fijada para el 2030 por la Estrategia de Movilidad Eléctrica aprobada en octubre de 2019 por el Gobierno, considerando que el transporte es responsable del 23% de las emisiones.
El objetivo como país es contar con un 30% de buses eléctricos concesionados, el 40% de las ventas de autos deben ser eléctricos, el 50% de las flotas de vehículos estatales y el 20% de la flota de vehículos eléctricos privados.
Una nueva legislación que promueva la importación de este tipo de autos es muy necesaria. La Asamblea Legislativa adelanta un proyecto de Ley, por iniciativa del diputado Edison Broce, el cual podría estimular el uso de los autos eléctricos. Además, ampara el uso de monorrieles, motos, bicicletas, escúteres, patinetas, camiones, mulas, montacargas, drones y todo aquel artículo o dispositivo cuyo motor sea impulsado por energía eléctrica.
Se promoverán cambios, más o menos visibles, en las flotas vehiculares estatales y en el transporte masivo. Como incentivo, los conductores que adquieran estos vehículos pueden encontrarse con precios de autos eléctricos que se acerquen al de los autos a combustión. La autonomía tampoco será un problema, porque se acerca a los 400 kilómetros en la mayoría de los modelos. Vale decir que se cree que en promedio un vehículo pasa el 90% de su tiempo estacionado. Hay tiempo suficiente para cargar sus baterías.
Además de los beneficios al medio ambiente, los autos eléctricos se convierten en opciones más económicas, también, durante su vida útil por el ahorro en el combustible y el mantenimiento.
Para establecer una nueva tendencia de movilidad eléctrica en la sociedad no basta con estimular la importación con impuestos bajos. Algunos ejemplos son: se espera que los Municipios apliquen una exoneración en el pago del trámite de placa al premiar los índices mínimos de eficiencia energética.
Los edificios residenciales o comerciales con más de 200 estacionamientos de uso público debieran habilitar dos cargadores para autos eléctricos. Debieran autorizarse talleres con equipos para certificar las emisiones de gases contaminantes, gases de efecto invernadero y eficiencia energética.
La Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre ha de estimular el reemplazo de las concesiones, cupos y certificados de operaciones de las flotas de transporte público a partir del 2021. Este año el 10% debería ser de vehículos eléctricos, mientras en el 2025 subir a 50%.
En fin, las tareas parecen infinitas y requieren la participación de todos. Lo más importante es que la percepción de los conductores cambie de manera positiva para que se interesen en este tipo de movilidad.