La Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (Arap), promueve en todo el país la pesca responsable a fin de que se sume a las actividades que coadyuven a la reactivación económica del país, tras los efectos causados por la pandemia del Covid-19.
En concordancia con esa acción, la entidad realizó este fin de semana una gira encabezada por el presidente Laurentino Cortizo, y enmarcada en el Programa de Pesca Responsable, en la que se entregaron licencias a pescadores artesanales y palangre en Veraguas.
“La entidad apuesta a la reactivación económica y a garantizar la seguridad alimentaria a través de cultivo de tilapia para mejorar la dieta del panameño”, destacó la directora de Arap, Flor Torrijos.
Precisó que la donación beneficiará a más de 48 comunidades comarcales, que utilizan una parte del recurso para suplir sus necesidades alimentarias, y la otra para comercializarlo y generar ingresos adicionales que permitan continuar su cultivo.
La funcionaria señaló que a través de este Programa se está capacitando a pescadores, a quienes se les está invitando a renovar su licencia de pesca y a que actualicen sus documentos en la Arap.
“Esta administración eliminó mediante resolución el recargo de 20 dólares que se le cobra a los pescadores por no renovar a tiempo la licencia de pesca ribereña. Los invitamos a que se acerquen a su institución amiga para poner sus documentos en regla”, enfatizó Torrijos.
Como parte de la gira, presidida por Cortizo, se entregó una licencia para la pesca de palangre a Axel Vega, mientras que Hermes Ábrego obtuvo la renovación de su permiso para pesca artesanal.
En el encuentro también se donaron 2,000 alevines de tilapia al Centro Misionero Nuestra Señora de Guadalupe, ubicado en las tierras altas veragüenses.
La ARAP hace estas entregas en el marco de las iniciativas de fomento a la pesca responsable y al desarrollo de proyectos acuícolas a lo largo y ancho del país.
Estudios de la Arap ponderan que la acuicultura de tilapia es una actividad inclusiva, porque puede ser desarrollada por mujeres y hombres, sólo se requiere de una buena toma de agua y poco espacio para ejecutarla.
Importancia de la donación
El Centro Nuestra Señora de Guadalupe, que se sitúa en la comunidad de El Bale -distrito de Ñurum, comarca Ngäbe-Buglé, en las tierras altas de Veraguas-, presta diferentes servicios comunitarios, y entre ellos promueve la producción de tilapia, con la que adelantan programas sociales.
La hermana Flor María Naranjo del Centro Misionero Nuestra Señora de Guadalupe, resalta que gracias al esfuerzo en conjunto con Arap -que brinda asistencia técnica e insumos- se desarrolla la cría de tilapia en beneficio de 48 comunidades comarcales.
“Con este proyecto buscamos multiplicar la cría de tilapia en nuestras comunidades donde las familias carecen de alimentos ricos en proteínas”, dijo Naranjo.
Especialistas de la Arap explican que lo novedoso de este proyecto rural es que se vale de un método de cultivo en una tina de geomembrana (material que evita el contacto del pez con la tierra) que garantizaría mayores rendimientos en menor tiempo, siempre y cuando la alimentación de este pez (rico en omega 3 y aminoácidos) se sustente en concentrados nutricionales.
Los alevines de tilapia donados por la entidad oficial se sembraron en la tina Generareth Arap-Centro Misionero, un cultivo desarrollado por las monjas de Nuestra Señora de Guadalupe, en el que se cumplen todas las etapas del innovador proyecto, desde la alimentación de los peces, hasta su cosecha.
En conjunto con la Arap, el Centro también cultiva colossoma y tilapia en un lago y en un estanque de la zona.