Ya lo dejaron claro los representantes de las tunas del carnaval tableño: aquí nadie está pensando en organizar el carnaval para el próximo año. Ahora lo importante es velar por la salud y salir bien de este momento crítico que sobrecoge al mundo debido a la pandemia por COVID19. Esto ante rumores y confusiones referente a la celebración de esta fiesta para el 2021. Una celebración que provee un respaldo económico millonario y que la región dejará de percibir.
Los carnavales representan, sino el mayor, uno de los aportes económicos más importantes para la región santeña con una organización que involucra la puesta en marcha de diversas maquinarias y que abre gran cantidad de plazas de empleo a lo largo del año y para los días previos y posteriores al carnaval. Un aporte sustancial a al economía y.que puede generar un movimiento de hasta 16 millones de dólares.
Javier Cedeño Broce, socio de la tuna de Calle Arriba de Las Tablas e integrante de varias juntas directivas de esta sociedad señala que durante todo el año las organizaciones de ambas tunas, trabajan arduamente en la organización de diversas actividades y en la búsqueda de patrocinio para presentar lo que se conoce como el mayor espectáculo ofrecido en la República de Panamá en una mezcla de cultura, lujo y tradición, donde los asistentes pueden presenciar verdaderas obras de arte completamente gratis.
“Las tunas, verdaderas protagonistas y productoras del espectáculo, invierten a través de la autogestión más de 1.2 millones de dólares y el carnaval tableño genera a los negocios privados permanentes y eventuales (tanto en Las Tablas como en la capital) más de 16.2 millones de dólares”, resaltó Cedeño.
Sostuvo que la compra de materiales, alquileres de residencias, hoteles, productos, alimentos, licor, fuegos artificiales, confección de carros alegóricos movimiento hacia la región santeña, entre otros aspectos representa una fuerte inyección que dinamiza la economía regional.
Cedeño explicó que las dos tunas deben recoger 600,000 dólares cada una para presentar un espectáculo de primera.
«A grandes rasgos se invierte así: Carros Alegóricos (45%), o sea más de 540,000 dólarea; vestuarios (35%), es decir 420,000 dólares, logística (que incluye grillos, equipos industriales, electricista, alquileres, seguridad, acarreos, montaje, desmontaje, etc. es un 15%), que serían 180,000 dólares. Además están los gastos varios (murgas, fuegos artificiales, aseo de áreas municipales, imprevistos, entre otros) un 5%, que serían los últimos 60,000 dólares», explicó Cedeño.
Esta inversión es realizada por las tunas, quienes reciben un apoyo anual del Estado (desde el 2015) de 15,000 dólares lo que representa el 2.5% del monto total, por lo que el 97.5% restante se recauda por autogestión, llámese actividades, patrocinadores y aportes especiales.
Por su parte, Carlos Joel Morales, actual presidente de la Junta Directiva de Calle Abajo de Las Tablas, nos dice que cuanto a lo que representa el carnaval tableño en la sociedad: para muchos es tradición, cultura, belleza artística, para otros es desenfreno, desorden, gastos excesivos e innecesarios, todo depende del ángulo del espectador. Lo que si es cierto que El carnaval tableño es parte de una tradición bicentenaria con estilo propio y que ha ido en constante cambio a través del tiempo.
El carnaval debería de ir en la línea de recuperar la tradición y estilo tableño para parrandear y dejar de lado lo foráneo que mucho impacto ha causado al mismo. En la medida que se regule se puede mantener asegurado su buen futuro”.
En la actualidad el carnaval de Las Tablas se enfrenta a grandes retos, donde se requiere mucho más apoyo de las autoridades para que este evento que es un relicario de la cultura panameña trascienda y tenga mucho más alcance a nivel nacional en internacional.