Mientras en Noruega las empresas funerarias se han quedado sin trabajo por la escasez de fallecidos y para sobrevivir están pidiendo subsidios al gobierno, otros países no pueden decir lo mismo. Un nuevo rebrote de escala mundial alarma a los científicos que anticipan que la pandemia de coronavirus continuará en la segunda mitad del 2021 o más allá, a medida que disminuyen las esperanzas de una vacuna este año.
Sin embargo, eso no impidió que el médico Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Salud de España fuera fotografiado surfeando el fin de semana en unas playas portuguesas.
El hecho se produjo cuando España registra rebrotes en todas las principales ciudades del país. En Barcelona impera la mayor alarma ante más de 1,000 casos diarios. Esa situación inquieta al gobierno de Francia que ha planteado la posibilidad de cerrar la frontera entre los dos países para evitar la propagación de contagios y rebrotes en su territorio.
Pero el nuevo Wuhan de la pandemia es Florida. Allí el coronavirus se ha salido de control con 310,000 contagios, 12 veces más que Australia y Corea del Sur juntos y el triple registrado en China.
Con un promedio de 70,000 casos diarios, cerca de cuatro millones de contagios y 145,000 fallecidos, Estados Unidos es por lejos el país con la situación más crítica del planeta. Además de Florida, la pandemia gana terreno en Alabama, Arizona, Carolina del Sur, Hawai, Idaho, Montana, Oregón, Texas y Utah.
Por otro lado, documentos internos revelaron que la Casa Blanca trata de aplicar restricciones en 18 estados, incluyendo California, Florida y Texas, lo que contrasta con la decisión del presidente Donald Trump de mantener la economía del país abierta pese al repunte de contagios.
Telemítines Trump
Pese a su negacionismo Trump se ha visto forzado a usar mascarilla y ha renunciado a las grandes concentraciones en su carrera a la reelección. Este fin de semana inauguró los llamados telemítines Trump para tratar de enderezar una campaña electoral en la que va 15 puntos abajo en las encuestas frente al demócrata Joe Biden.
El demócrata también se ha visto obligado a reducir su actividad pública. La proclamación de Biden el próximo mes, será mediante una convención virtual, sin fiesta, ni la pompa habitual en un proceso electoral signado por la pandemia de la covid-19.
Al otro lado del Atlántico, Bruselas está en alerta máxima para evitar que los rebrotes encuentren a la Unión Europea desprevenida. Los 27 países que conforman el grupo comunitario están dotándose de equipos de protección personal, medicamentos y dispositivos médicos para gestionar los rebrotes de manera eficiente
Reino Unido, que ya no forma parte del bloque europeo, se está blindando para la segunda ola. Ante la posibilidad de que la segunda ola del coronavirus cobre 120,000 víctimas en los próximos seis meses, Londres está actuando rápido y con contundencia. El gobierno de Boris Johnson ha reforzado con $4,000 millones el sistema de salud y aumentado a medio millón de pruebas por día, de las 100,000 actuales.
China cierra Urumpi
En el caso de China, donde se originó el coronavirus y fue ocultado de forma irresponsable por dos meses, el régimen comunista acaba de cerrar la ciudad de Urumqi, la capital Xinjiang, y tierra de la perseguida minoría musulmana uigur.
Después de semanas sin informar de contagios en el territorio chino, se detectaron cuatro casos en Urumqi, lo que llevó al régimen a cerrar el metro, interrumpir los servicios de autobuses y cancelar el 80% de los vuelos locales e internacionales. La minoría uigur, conformada por cuatro millones de musulmanes, ha sido brutalmente reprimida por Pekín en campos de concentración y espiada con tecnología de Huawei para obligarla a renunciar al islam.
La provincia de Xinjiang, es fronteriza con Kasajistán donde se está lidiando con un repunte de coronavirus y un tipo de neumonía desconocido más mortal que la covid-19. Xinjiang, a 4,000 kilómetros de Pekín, es una región estratégica por sus reservas de gas natural y petróleo y por compartir fronteras con Afganistán, Mongolia, Paquistán y varias exrepúblicas soviéticas de Asia Central.
Hong Kong, el territorio autónomo que también es víctima de la furia de Pekín por su lucha democrática, enfrenta la tercera ola de la pandemia. La vuelta a la actividad diaria tras levantarse el distanciamiento social ha provocado el repunte de cifras más alto desde marzo, lo que ha obligado a las autoridades a imponer restricciones como prohibir cenas en restaurantes e impedir aglomeraciones.
Contagios en base espacial rusa
En Rusia también están tomándose medidas extremas para evitar la escalada de contagios con los rebrotes de la pandemia. En un caso concreto, Moscú envió expertos y equipo a su base espacial en Vostochni, en la Siberia en el extremo este del país.
El objetivo es evitar que el personal de ese centro se infecte con el coronavirus. La alarma se encendió porque en la cercana ciudad de Tsiolkovski se ha declarado un brote de la epidemia. El equipo de prevención enviado desde Moscú con fármacos, material de protección personal y respiradores busca evitar que el coronavirus se esparza entre el personal de esa base espacial.
En abril hubo contagios en la llamada Ciudad de las Estrellas, un centro de preparación y entrenamiento de cosmonautas, cerca de Moscú. Rusia suma 800,000 contagios y unos 13,000 fallecidos.
Israel también está en el ojo de la tormenta del coronavirus. Con protestas de las principales ciudades, las autoridades aprobaron el confinamiento lo fines de semana y nuevas restricciones para neutralizar el desatado rebrote de la covid-19.
El país enfrenta una crisis sanitaria y económica sin precedentes motivada por la pandemia que ha generado descontento social y ha profundizado las divisiones políticas. Los 50 casos diarios de hace dos semanas, se dispararon a casi 2,000. Atrás quedó la historia de éxitos proclamada por el gobierno ultraderechista de Benjamín Netanyahu.
La precipitada vuelta a la rutina con la reapertura de la economía casi por completo y del sistema educativo, es la responsable de la segunda ola de contagios.
En África los mayores rebrotes se han registrado en Sudáfrica que ya supera los 360,000 contagios y 5,500 fallecidos, la mitad de todos los casos registrados en el continente africano.