«Como un acto de crueldad incomprensible” calificó la oposición demócrata la intensión del presidente Donald Trump de dejar a 130 millones de estadounidenses sin protección de salud y otros 23 millones que perderán por completo su cobertura de servicios médicos.
“No hay justificación legal ni excusa moral para los desastrosos esfuerzos de la administración Trump para quitarle la atención médica a los estadounidenses», en medio de la crisis del coronavirus, dijo la representante demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, a través de un comunicado.
El virtual candidato presidencial demócrata John Biden, quien fue vicepresidente cuando el expresidente Barack Obama promulgó la ley en 2010, afirmó que realizará un nuevo esfuerzo para proteger la Ley del Cuidado de Salud Asequible como se conoce la legislación que extiende los beneficios de salud a un 40% de los estadounidenses.
Biden ha prometido aumentar la cobertura a 28 millones de personas más que siguen sin seguro médico.
La iniciativa de Trump se produce cuando Estados Unidos ha registrado 2.5 millones de contagiados por la covid-19 y más de 120,000 fallecidos. Además los 25 millones de estadounidenses que han perdido sus empleos durante la pandemia ven en el sistema de ayuda médica actual la única vía para obtener un seguro médico subsidiado.
Golpe a sobrevivientes
Eliminar la ley de salud cuando Estados Unidos aún no se está recuperando de la pandemia significaría un golpe adicional para los sobrevivientes de la covid-19.
Antes de que Trump anunciara sus intenciones, los demócratas de la Cámara de Representantes presentaron un proyecto de ley para mejorar el llamado Obamacare y reforzar los subsidios federales a las primas de seguros médicos. También buscan que más estados expandan los beneficios de salud a adultos de bajos ingresos cubriendo el 100% del costo durante los primeros tres años.
Trump ha tratado de eliminar el Obamacare desde que llegó a la presidencia, pero sus esfuerzos no han tenido éxito en el Congreso. También la Corte Suprema de Estados Unidos ha fallado dos veces a favor de la ley de salud, en ambos casos con el apoyo del ala conservadora.
Los jueces del máximo tribunal de justicia escucharán los primeros alegatos en agosto o septiembre y su decisión podría esperarse para 2021, meses después de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Efecto electoral
El caso enfrenta a una coalición de fiscales generales demócratas liderados por California y la Cámara de Representantes, que defienden la ley, contra la administración de Trump y un grupo de fiscales generales de estados republicanos encabezados por Texas.
La campaña de Biden lanzará un anuncio digital que enfatiza que 153 millones de estadounidenses podrían perder la cobertura de salud con un aumento de los costos de los servicios médicos.
Millones de estadounidenses principalmente asiáticos, latinos y negros se han beneficiado de los servicios de salud sobre todo en medio de la pandemia al tener un mayor acceso a una atención médica de calidad a precios asequibles.
Aproximadamente 11.4 millones de personas se inscribieron para obtener beneficios de salud en el 2020, mientras que 12.7 millones de adultos de bajos ingresos han obtenido cobertura.
Si bien la idea de enterrar los beneficios de salud es alentada por el ala más conservadora del Partido Republicano, otros han expresado su temor por el efecto que pueda tener entre los votantes. Están conscientes de que los esfuerzos de Trump por deshacer el Obamacare fue uno de los elementos que ayudó a los demócratas a recobrar la mayoría de la Cámara de Representantes en 2018.
Lamar Alexander, republicano de Tennessee, presidente del Comité de Salud del Senado, calificó la posición del Departamento de Justicia de “descabellada”.
Algunos dentro de la administración de Trump, incluído el Fiscal General William Barr, han promovido una acción menos agresiva contra el sistema de salud temiendo que abogar por su eliminación total resultaría contraproducente para los republicanos en las elecciones.