La racha de más de tres semanas sin nuevos casos de COVID-19 en Nueva Zelanda, terminó cuando dos mujeres de una misma familia, provenientes del Reino Unido a través de Australia, dieron positivo a las pruebas del virus.

Según información proporcionada por el Ministerio de Salud neozelandés, las mujeres habían solicitado un permiso especial para asistir al funeral de uno de sus padres. Afirman que no tuvieron contacto con nadie en el viaje ni utilizaron una instalación públicas.

Las autoridades sanitarias informaron que una de las mujeres presentó síntomas leves, la otra no, aunque ambas se autoaislaron en Wellington.

Tras esto, ministro de Salud, David Clark, anunció la suspensión de todas las exenciones compasivas de entrada en la frontera, como la muerte o enfermedad en la familia, las necesidades de cuidado infantil, la huida de la violencia doméstica se consideran exenciones compasivas.

Nueva Zelanda tiene 1.156 casos confirmados y el número de recuperaciones se mantiene en 1.482.