«La conectividad territorial se hace indispensable para lograr el desarrollo del país»

Especial para Destino Panamá

Llegó puntual a la hora convenida. Acordamos citarnos temprano en la mañana para cumplir con las normas establecidas, como consecuencia de esta pandemia que a todos nos ha afectado. Y como era de esperarse, nos sentamos en un espacio al aire libre y a dos metros de distancia el uno del otro.

Conversar con Carlos Ernesto González de la Lastra aparte de ser entretenido, da la sensación de estar en una montaña rusa. Y es que así ha sido su vida a lo largo de los años transcurridos. Hombre inquieto y polifacético estuvo expuesto desde temprano, a las luchas nacionalistas por la defensa de la soberanía y participó en los movimientos estudiantiles de los años 50 junto a un nutrido grupo de jóvenes panameños que tuvieron el privilegio de educarse en el Instituto Nacional. Y como bien señala, en esos tiempos, el cuerpo de profesores eran todos dignos de la Academia. Hombres y mujeres pensantes que le dejaron un legado a la educación nacional.

La idea de esta entrevista nace por cosas del destino. Nos encontramos hace algunas semanas y le pregunté por curiosidad a que se estaba dedicando y me manifestó que además de todas las actividades empresariales en las que está involucrado, que se estaría presentando próximamente para la presidencia de APEDE. Así las cosas, he aquí un relato de lo que transcurrió como una conversación amena y divertida.

¿A qué te dedicas hoy día?

Pues mira estoy en la Directiva de un banco, estuve además involucrado por varios años con una empresa española que presta servicios de bunker para los barcos que cruzan el Canal y he mantenido a lo largo de todos estos años mis asesorías en el ámbito de los seguros y del sector marítimo.

En tu vida profesional podríamos decir que has tenido una carrera multifacética. Has sido ejecutivo de empresas de seguros y del sector marítimo, periodismo, funcionario público, dirigente gremial, y hasta banquero. De todas esas actividades, ¿cuál sientes tu que ha sido o es tu verdadera pasión?

Bueno mira, realmente son tres pasiones. La primera sin duda alguna el haber estado involucrado en el desarrollo del sector logístico y marítimo. Fui director de Marina Mercante y Secretario General de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP). Esta actividad me permitió además, trabajar con otro grupo de expertos en la elaboración del marco legal para la creación de la AMP y también pusimos nuestro granito de arena en los cambios constitucionales que reglamentan la operación de la Autoridad del Canal de Panamá.

Recuerdo que en el CADE del año 1975 me tocó disertar sobre el mejor uso que se lo podría dar a las bases militares de los norteamericanos en nuestro país. Para esa época la gran mayoría de los panameños desconocían el enorme potencial y las ventajas comparativas del impacto que tendría para el país la creación e integración del sector marítimo a nivel nacional”. González de la Lastra siente que si bien hemos avanzado como país, todavía estamos en deuda de poder diseñar un verdadero plan nacional que nos permita integrar el sector marítimo y logístico en todos sus distintos componentes, al desarrollo de la economía de Panamá.

Mi segunda pasión ha sido mi carrera en el ámbito de los seguros. En este campo tuve la oportunidad de participar como ejecutivo, en la creación de ASSA en Panamá y pude también desempeñarme en otros países como Venezuela, Colombia, Inglaterra y España.

Y finalmente, mi tercera pasión, el periodismo. Fui director del Diario La Prensa desde su nacimiento. En esta posición alcance a durar como 2 años hasta que el General Rubén Darío Paredes ordenó el cierre de nuestras instalaciones en el año 1982. Posteriormente participe en el proyecto del diario El Universal. Entré como director porque me pareció muy interesante el experimento de medio de comunicación escrito y noticioso pero orientado a la opinión. Lamentablemente, esto me trajo muchos conflictos con el entonces gobierno de Mireya Moscoso. Al final del camino, el periódico no pudo salir adelante por un sinnúmero de situaciones que culminaron con su cierre definitivo.

¿Cómo ves a Panamá en estos 30 años de vida democrática?

Pienso que el gran pecado original fue que no se aprovechó el momento para efectuar las reformas y cambiar la constitución con el objetivo de fortalecer la democracia. Me parece que se cometió un grave error al continuar con el modelo político de los militares, con Diputados distritales que además se podían reelegir y esto permitió la creación y fortalecimiento de caudillos en ciertas regiones del país. La Asamblea Nacional debería dejar de llamarse así y en vez denominarla en “el que hay para mi”. Ellos son los que han acabado con esta entidad y la han convertido en distintos clanes de poder que impiden que funcione adecuadamente para velar por los intereses de todos los panameños. Por otro lado, tenemos un Órgano Judicial donde no se aplica el sagrado principio de que la Ley es igual para todos. Hoy tenemos una sociedad que es el reflejo de la impunidad y deformación de estas dos instituciones. Además, el Órgano Ejecutivo funciona de tal manera que no hay planificación a largo plazo. Hemos vivido del cortoplacismo. Cada 5 años llega un nuevo Presidente con otras ideas, se cambian las cosas y esta realidad, impide que haya continuidad en el desarrollo de la economía nacional. Si a todo eso le agregas que este es un país donde los grupos de poder has influido constantemente para crear un estado proteccionista que ha acabado con el agro y la industria. Esta realidad ha impedido que podamos aprovechar adecuadamente las enormes oportunidades que tiene el país porque estos grupos de poder se sienten dueños y señores del erario público y siempre intervienen para velar por sus propios intereses y no por los intereses de la nación. En Panamá, desde el comienzo de la República las leyes se crean para proteger las principales actividades económicas. La otra vertiente, son las leyes que protegen a las profesiones liberales. Panamá es el país con mas leyes de protección del mundo. Hay un total de 62 profesiones que cuentan con leyes especiales. Debemos entender que la idoneidad de los extranjeros tiene que ser debidamente comprobada, pero lo grave es que en estas leyes se señala que tienes que nacer en Panamá. Esta realidad ha causado un impacto horrible en la sociedad porque le ha restado competitividad al panameño y nos hemos privado de traer talento extranjero. Esta situación ha permeado hasta en la educación”. Carlos Ernesto recuerda que en el Instituto Nacional tuvo 5 profesores extranjeros que influyeron positivamente en su formación y para esa época las grandes empresas iban al Instituto para buscar talentos. Tanto es así que a el y a otros 3 compañeros los escogieron para ir a trabajar a la IBM qué para esa época, estaba considerada como la empresa tecnológica más avanzada.”

¿Por qué te picó nuevamente el bichito para dirigir APEDE?

Fui Presidente en una época tormentosa. A los 6 meses de mi presidencia en el año 1976 los militares intervinieron las instalaciones y junto con varios miembros de mi junta directiva como Eisenman y Chinchorro Carles, fuimos exiliados y obligados a abandonar el país. He querido volver porque en el fondo no tuvimos la oportunidad de concluir bien mi período y a que la nómina que se ha creado para esta elección hizo algo inusual. Se reunieron para conformar a los distintos directores y luego diseñaron un perfil para definir las características del que debía dirigir y así dieron conmigo, ya que probablemente sienten que podré representar adecuadamente los intereses de APEDE y del país, porque se vienen momentos muy difíciles. La gran diferencia de este proceso, es que generalmente un Presidente escoge a sus directores y en esta ocasión se hizo al revés.

Y, ¿cuál sería tu propuesta de gestión?

En primer lugar, hacer de Panamá un país viable. Tenemos la necesidad de una reactivación económica productiva y eso nos obliga a revisar nuevamente el plan 2050 para actualizarlo. Tenemos el grave problema del sector salud. Esta pandemia ha puesto en evidencia las carencias y debilidades del sistema sanitario. Y es que por años este país ha postergado la decisión de unificar ambos sistemas. Nunca lo quisimos hacer producto quizás, del juega vivo de intereses de los sectores profesionales que trabajan en el sector, de tal forma que si sienten que algo les puede afectar salen a las calles a defender sus intereses particulares en vez de defender el interés nacional. Reitero que esta pandemia ha puesto en evidencia que se deben unificar, ya que no puede haber dos cabezas administrando y comprando lo que necesitan los dos sistemas por separado.

En el plano económico, me puse a estudiar las cosas que tuvieron éxito en la recuperación económica del 2008, sobre todo en Europa que se vio severamente afectada. Surgió el pensamiento de un economista italiano Alberto Alesina, un experto en política económica y el tema de la austeridad. Él decía que para poder atacar la crisis que nos estaba afectando, había que reducir el tamaño del Estado. El hablaba de la austeridad expansiva cuya tesis supone que al reducir la masa de trabajadores del Estado, a este le quedan más recursos para promover inmediatamente la inversión, generar empleos privados y aumentar el consumo. Este mecanismo de estabilización presupuestaria del Estado reactiva la economía de manera directa versus la propuesta de afectar el ingreso por la vía de aumentos en los impuestos ya que esto termina por afectar la liquidez de las empresas. Ese pensamiento bien razonado fue el que utilizó Grecia durante la crisis fiscal. En el caso de Panamá hay una realidad. En épocas de bonanza no hemos tenido dirigentes que hayan tenido la disciplina de ahorrar para cuando vinieran las épocas malas y por esa razón, el actual gobierno lo primero que tuvo que hacer fue salir a buscar dinero prestado porque los ingresos fiscales no son suficientes para mantener una burocracia que nos cuesta $4 mil millones al año.

Lamento que el gobierno no haya utilizado estos dineros producto de préstamos, para reactivar la economía en aquellas áreas que son vitales para la creación de impuestos. Esos dineros, más el costo de los subsidios que tenemos, podrían ser la base, sin necesidad de más nada, para entrar en un proceso de obras de infraestructura que sean realmente productivas para crear nuevas fuentes de trabajo y desarrollar todo el país. No podemos escapar de una realidad. El 85% del PIB está concentrado en la región interoceánica y queda solo 15% para 10 provincias y 5 comarcas indígenas. Obviamente, vivimos en un mundo de riqueza en esta región y uno de pobreza en el resto del país. La integración territorial se hace indispensable. Con la conectividad terrestre y marítima, tenemos más de 3,000 kilómetros de costas y nuestras poblaciones costeras no gozan de servicios de puertos o embarcaderos adecuados para el desarrollo de la pesca, del turismo y para la creación de nuevas empresas, fuera del área de la región interoceánica. Hay que acabar con los enclaves.

Debemos hacer del país una gran zona libre y las actuales, convertirlas en centros de logística que sirvan de apoyo para la exportación agrícola e industrial. Cuando uno mira el mapa de las carreteras solo tenemos la Panamericana que une el lado occidental con el oriental. Mira por ejemplo el caso de Darién. No hay presencia del Estado. Están desbaratando los bosques y prácticamente somos el único país donde no tenemos dos fronteras formarles. Solo oficinas de migración y aduanas. Todas las fronteras son ricas y no solo debemos ver el tema de la conectividad con Colombia sino con el resto de Suramérica. Por ejemplo, una carga que sale de Medellín podría llegar más rápido a Panamá que a los puertos de Cartagena y Buenaventura. Ante la negativa de Panamá de abrir la carretera, en Urabá, Colombia, van a construir un desarrollo extraordinario que le va a quitar carga a nuestros puertos que se encuentran en el Caribe. Es una falta de visión completa y lo peor de todo es que le hemos entregado la provincia de Darién al ejército. Porque eso es SENAFRONT, y esa es la única ley que impera en esa región. Hemos vuelto a sembrar la semilla del militarismo entregándole a los militares, una parte importante del país y eso solo se puede corregir con la conectividad terrestre.

La mejor manera de lograrlo es con un ferrocarril. Por ejemplo, eso le permitiría a cualquier empresa conseguir tierras mas baratas y fértiles en Soná con la seguridad de un transporte público como lo da el tren que es un medio masivo y que le ofrece al productor un costo mínimo para transportar su producción, algo que hoy día no sucede. Nuestro sistema de transporte está en manos de cooperativas y de grupos de intereses económicos. Esta realidad encarece el costo de transporte de los productos en un 40% cuando en otros países es de solamente un 10%. En Panamá contamos con la conectividad aérea y marítima, pero carecemos de una buena infraestructura de conectividad terrestre. La gran mayoría de los estudios de CEPAL, del BID, etc, señalan que una inversión de esa naturaleza genera $1.5 por cada dólar invertido. Uno de los principales elementos a considerar es que una vez que cruzas el puente de las Américas hacia el interior, casi toda la economía es informal. Nadie paga impuestos. Por ejemplo, si tú le pides una factura fiscal a un transportista para que te lleve productos de las tierras altas hacia los centros de distribución, te dice que no tiene.

El fenómeno de los trenes en USA, Europa y ahora en Asia ha demostrado que impulsan el desarrollo. Mira el caso de China. Con la expansión de su sistema ferrovial, han podido integrar la economía formal a todas las poblaciones por donde pasa el tren. No podemos mirar este tema por lo que valga el pasaje o por lo que cueste el precio de la carga. Lo que sí te puedo decir es que la línea 1 y 2 del Metro, más la construcción del nuevo puente, la línea 3 y la carretera de las playas, nos va a costar como $10 mil millones. Pero todos salen a criticar el tren cuando es necesario integrar el resto del país a la vida económica, porque de lo contrario siempre estaremos afectados. Hasta Marx decía que la conectividad ayudaba a la generación de riqueza. Desde la época de Smith hay señalamientos que indican que para lograr un verdadero crecimiento económico se necesita la conectividad terrestre. La gran mayoría de los economistas modernos señalan que un país con poca infraestructura es un país pobre. Los panameños somos muy dados a descalificar sin analizar las consecuencias. Yo veo que la diferencia que tengo con muchos panameños es que haber vivido en tantas latitudes distintas me ha permitido observar que la calidad de vida puede ser mejor si las cosas se hacen bien. Entonces, mi aspiración para volver a dirigir la APEDE es que estas ideas que le dan vuelta a mi cerebro, van a encontrar la posibilidad de poderlas transmitir con mayor efectividad y luchar para que las cosas se lleven adelante. Lo cierto es que APEDE es un lugar ideal. Es un centro de pensamiento multidisciplinario donde hay gente que son dueños de empresas o ejecutivos que las dirigen y en donde se puede generar el debate y la discusión de las ideas. Y ya llegó el momento para discutir que es lo que tenemos que hacer con este país, con el Órgano Ejecutivo, con el Judicial y con todo ese aparato burocrático que está diseñado para hacerle la vida infeliz al ciudadano y que para justificar esos 300,000 puestos de trabajo, cada vez te ponen más regulaciones y más trabas y todo esto dificulta las oportunidades de exportación y te encuentras que estas secuestrado por esa burocracia que no nos permite ser un país competitivo.”

Para terminar, si llegaras a ocupar la presidencia de APEDE,  ¿qué le recomendarías al Presidente de la República?

Le recomendaría que se haga Presidente. Todos los panameños lo vamos a respaldar el día que realmente acabe con la corrupción, que acabe con el chantaje del órgano legislativo y que realmente lleve adelante un gobierno transparente. Yo sería el primero en salir a la calle a respaldarlo porque a pesar de las dudas que podrían existir todavía tenemos la esperanza de que lo puede hacer bien. Él quiere el respaldo del pueblo………y lo va a tener el día que se haga Presidente.

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