Mediante una comunicado titulado «La transición en la evolución de la pandemia del COVID-19, La perspectiva académica», el Doctor Enrique Mendoza, Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, dejó entrever su preocupación por la apertura gradual de los sectores económicos del país.
En el escrito se explica que «la cuarentena previno las infecciones y redujo las muertes por COVID-19, sin embargo es crucial decir que la crisis del COVID-19 está lejos de haber terminado». «En los precisos momentos en que la mayoría de los países deciden flexibilizarlas medidas de mitigación todavía puede haber transmisión comunitaria sostenida por lo menos, en regiones de los mismos», advierte el comunicado.
Indican que hemos respondido enérgicamente al COVID-19 por más de dos meses. Pero no olvidemos que se trata de un virus respiratorio que se transmite fácilmente, cuya biología no ha cambiado. No tenemos los medios de hacer desaparecer el virus, es decir, no tenemos vacunas ni medicamentos que paren la transmisión. Permanecemos a riesgo».
también recuerdan que «en la medida que haya transmisión significativa de este virus, la posibilidad de que individuos que estén incubando la enfermedad, o que tengan un bajo nivel de infección sintomática, puedan llegar a comunidades que no tienen transmisión es alta. No se pueden flexibilizar las medidas de mitigación a ciegas».
Los temas que mas preocupan, según expresan en el comunicado, son el tráfico una vez se reabran las operaciones del aeropuerto de Tocumen y el transporte público. «… en nuestro país el virus llegó a través del Aeropuerto de Tocumen: ¿qué se va a hacer para eliminar la posibilidad de casos importados por medio de vuelos internacionales? También en nuestra ciudad el virus se propagó a través de los medios de transporte público, 300, 000 usuarios diarios del metro, viajando enero, febrero y marzo sin distanciamiento social y sin mascarillas, ¿qué medidas se piensan tomar para evitar estos mecanismos de propagación viral?».