A partir de la temporada de entrenamiento de primavera de 2020, la marihuana dejará de ser una sustancia prohibida para los jugadores de Las Grandes Ligas de Béisbol de Estados Unidos (MLB, por sus siglas en inglés) y los jugadores que den positivo a las pruebas por uso de opiáceos, fentanilo, cocaína y THC sintético en exámenes aleatorios serán enviados a tratamiento antes de ser sancionados.
Los profundos cambios a las políticas de drogas de la MLB anunciados este jueves, «favorecen un enfoque basado en el tratamiento ante el abuso de drogas», según el comunicado conjunto de la liga y el sindicato de jugadores.
La nueva política se conoce meses después de la sorpresiva muerte del ‘pitcher’ de Los Angeles Angels Tyler Skaggs, de 27 años y cuya autopsia reveló la presencia de oxicodona, fentanilo y alcohol en su sistema.
El mal uso de ese tipo de drogas se ha convertido en una «crisis» en Estados Unidos, según los Institutos Nacionales de la Salud, con estimaciones que apuntan a que cerca de 1,2 millones de personas mayores de 12 años tendrían un desorden en el uso de opiáceos.