Papa Francisco deja mensaje de esperanza en Panamá

El Papa Francisco se despidió esta tarde de Panamá en el Aeropuerto Internacional de Tocumen de la capital panameña, tras la visita que inició en la tarde (local) del pasado miércoles por la realización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y donde dejó un mensaje de esperanza para un mejor presente y futuro de los jóvenes, pero sin ignorar problemas complejos y puntuales que preocupan al mundo.

La importancia de construir puentes y no muros, junto a la necesidad de una mayor misericordia frente a las migraciones y de entender que los jóvenes son el ahora y no sólo una promesa de futuro, fueron algunos de los mensajes directos y otros no tan directos que expresó el Santo Padre durante su visita, y que quedaron el ambiente y en el recuerdo.

En otra de las reflexiones se refirió a la importancia de posar los ojos en los privados de libertad  y en los enfermos  y entender que puede haber nuevas oportunidades y que Dios perdona si hay un arrepentimiento de corazón.

Uno de los momentos más emotivos fue la misa de envío de los peregrinos esta mañana en el campo San Juan Pablo II – Metro Park, en el sector de Juan Díaz en la capital panameña,  en el mismo lugar en que se realizó la Vigilia ayer, y a la que se estima que asistieron entre 600.000 y 700.000 personas.

No dejó de lado el sentimiento por el reciente y cruento atentado en la Escuela de Policías General Santander, en Bogotá, además de tomarse el tiempo para citar el nombre de cada una de las víctimas y rogar por ellas, durante su visita a la Casa Hogar el Buen Samaritano.

Expresó así mismo el deseo porque haya un entendimiento entre gobierno y oposición en la crisis política de Venezuela y lamentó la reciente tragedia por la rotura de una represa en un proyecto minero en Minas Gerais, Brasil, entre otros hechos.

El avión de la aerolínea Avianca que llevará al Papa y a quienes le acompañan a Roma despegó a las 18:25 (hora local) de la principal terminal aérea de Panamá, luego de una despedida llena de sentimientos y de un acto en el que se escucharon en su orden los himnos del Estado de El Vaticano, de Panamá y de la JMJ y el que intervino la Banda Republicana de Panamá, del Estado panameño, sin ningún discurso.

El Papa fue despedido por numerosos peregrinos que llegaron con banderas de diversos países al aeropuerto de Tocumen, además de por el presidente panameño Juan Carlos Varela y su esposa, Lorena Castillo, por ministros panameños y por altos prelados de la iglesia, entre ellos el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa.

Monseñor habló brevemente del significado de esta visita y la JMJ y comentó que el Papa le había expresado hace unos días que estaba pensando en cómo describir con una sola palabra al pueblo panameño y que al fin la encontró y era nobleza.

Destacó además la importancia que le dio el Papa a los encuentros que se hicieron durante la JMJ por los foros indígena y afro que tuvieron lugar en estos días en Panamá, además de haber extendido el encuentro a las cárceles.

La cantidad de días (en ninguna JMJ había permanecido tanto tiempo un Pontífice) que dedicó el Papa a esta visita, el énfasis especial que hizo sobre América Latina y el hecho de que hayan traído desde su santuario en Lisboa la imagen de la virgen de Fátima, que no salía hace muchos años,  fueron otros de los hechos destacados de esta visita, en una JMJ que fue especialmente dedicada a la virgen María.

El presidente de Panamá agradeció por su parte el esfuerzo hecho por los panameños y por los miembros de las entidades del Estado que colaboraron con la organización de la JMJ, cuya próxima edición se realizará en 2022 en Lisboa (Portugal), según anunció el Papa Francisco en Panamá.

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