Con la participación de 127 adolescentes se celebró este viernes una liturgia penitencial, que fue presidida por su Santidad el papa Francisco, en el Centro de Cumplimiento de Menores de Las Garzas, como parte de la agenda de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ 2019).
En la ceremonia, que contó con la participación con el presidente Juan Carlos Varela, el sumo pontífice condenó las etiquetas impuestas por la sociedad a través de la murmuración y el chisme, los que calificó como dos males que invitan a la confrontación.
Expresó que este tipo de actuaciones se hacen a través de la cultura del adjetivo que descalifica a la persona, esta actitud contamina todo, levanta muros invisibles y crea una actitud de marginación.
“Con la vida de la gente parece más fácil poner rótulos y etiquetas que congelan y estigmatizan no solo el pasado sino también el presente y el futuro de las personas. Rótulos que, en definitiva, lo único que logran es dividir: acá están los buenos y allá están los malos; acá los justos y allá los pecadores”, señaló Francisco.
«El hilo se corta por el lado más débil, que es la de los pobres y la de los indefensos que son los que más sufren estas condenas sociales, que no permiten levantarse. El dolor que genera ver que una sociedad concentra sus energías más en murmurar e indignarse que escuchar y luchar crear oportunidades y transformación», reflexionó el Pontífice.
A su llegado al Centro, el Santo Padre fue recibido por su directora, Emma Alba Tejada y posteriormente, uno de los jóvenes privados de libertad brindó su testimonio de vida.
Durante la liturgia penitencial el papa Francisco entregó al Centro de Cumplimiento una escultura de bronce con Cristo en la cruz, que tiene ramos de olivos incrustados. A su vez, los jóvenes del centro le entregaron una canasta con víveres y un cuadro.
Concluida la liturgia penitencial el sucesor de Pedro confesó a tres muchachos, otros tres fueron confesados por monseñor José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá, mientras que el párroco del penal atendió a otros tres.
El encuentro con estos adolescentes privados de libertad es el primero que se registra durante una JMJ, por la condición que estos atraviesan y que los limita a participar de este gran evento. Es por ello que para esta liturgia penitencial fueron seleccionados 84 chicos del centro de Las Garzas, cinco del Centro Arco Iris, seis de la residencia femenina; y también de las provincias, así: 8 vinieron de Herrera, 10 de Chiriquí y 14 de Colón.
El Centro de Cumplimiento de Adolescentes, ubicado en Las Garzas, provincia de Panamá, tiene una capacidad de ocupación de 192 adolescentes que se encuentran sancionados bajo la Ley 40 del 26 de agosto de 1999 del Régimen Especial de Responsabilidad Penal para la Adolescencia. Tiene una población de 142 adolescentes.
Es administrado por el Instituto de Estudios Interdisciplinarios (que remplazó al Tutelar de Menores) y fue creado por la Ley 40 y sus funciones modificadas por la Ley 15 de mayo de 2007. Es una dependencia adscrita al Ministerio de Gobierno.
En la actualidad, este Centro atiende a aquellos menores que entran en conflicto con la Ley, a fin de resocializarlos, formarlos y transformarlos en individuos proactivos, mediante la inducción de distintos programas de integración con el objetivo de orientarlos para que se armonicen con la sociedad y puedan ser agentes de cambio.
Es por ello que mientras los adolescentes cumplen las sanciones reciben educación primaria, pre-media y media por parte de docentes del Ministerio de Educación.
También cuentan con talleres vocacionales de dibujo y pintura, informática, serigrafía, panadería, tapicería, construcción, plomería y ebanistería, dictados por instructores del Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH). Adicionalmente, cuentan con galeras para el programa de cría y engorde de pollos.
El Centro de Cumplimiento es un modelo regional que ha sido visitado en diversas ocasiones por Organismos Internacionales, como la Unión Europea, ministros de Estado de diversos países, artistas, deportistas, entre otras personalidades, que han mostrado su interés en el Modelo de Intervención Integral (MII) que se aplica a los adolescentes en conflicto con la Ley, que consta de cinco ejes: salud integral, educación, familia y comunidad, competencia ciudadana y socio ocupacional.