Luis Ernesto Tapia, el principal referente del fútbol panameño, falleció este 13 de noviembre, a las edad de 80 años. El balompié nacional pierde a uno de sus primeros héroes. Lo llamaban «Cascarita».
Lo llamaban «el Pelé panameño». Su sueño de jugar al lado de su ídolo, el brasileño Edson Arantes do Nascimento, «El Rey Pelé» se cumplió el 19 de marzo de 1971, cuando el tradicional onceno brasileño Santos se enfrentó al Atlético Marte de El Salvador, club en el que militaba el ariete panameño. Su foto junto al «Rey del Fútbol» es una de las imágenes icónicas del deporte en nuestro país. Esa noche, el partido fue brevemente suspendido debido a un fuerte movimiento sísmico.
Tapia no pudo desempeñarse a nivel de clubes en Panamá. En los años 60 y 70, militaba en el «Granillo», un club local que por ese tiempo era visto como un equipo donde había un grupo de aficionados; pero «Cascarita» Tapia despuntaba por su habilidad con el balón y su olfato para el gol.
Así, un veedor salvadoreño le habló para contratarlo para el club Alianza, de la Primera División de El Salvador. Allí militó durante siete temporadas, destacándose por todo lo que de él se decía, un dominador consumado de la esférica y el gol tatuado en sus botines.
Jugó en otros tres clubes salvadoreños: Atlético Marte, Deportivo Galcasa y el Club Deportivo Universidad de El Salvador, en un camino que le llevó hasta el año 1979. Y por supuesto, vistió la casaca nacional, junto a las figuras de aquella época, como Kadir González, Luis Aponte, Luis «Luchito» Ramírez, Miguel Montilla, Agustín «Muquita» Sánchez, Federico Ponce y otras estrellas.
«Cascarita» Tapia tuvo en honor de ser el primer futbolista panameño en anotar un gol en una eliminatoria del Campeonato Mundial de Fútbol. La hazaña llegó en el torneo para el Mundial Argentina 78. Ese histórico encuentro se jugó en el Estadio Revolución (hoy Rommel Fernández), el 4 de abril de 1976. Panamá ganó 3-2 a Costa Rica. Tapia anotó a los 48 minutos el primer gol panameño.
Su nombre se mantendrá imperecedero en el deporte panameño. La cancha continua al estadio Rommel Fernández lleva el nombre de Luis Ernesto «Cascarita» Tapia, en un homenaje en vida que se le hizo, por su trayectoria, hazañas y grandes alegrías que le dio al fútbol nacional.
Para pasadas y presentes generaciones, «Cascarita» Tapia representa un sinónimo de excelencia, perseverancia y principalmente, de un hombre que alcanzó un sitio destacado en un deporte que en los años de su gloria, no era el preferido de los panameños; pero que hoy se ubica como el que más pasión despierta en los aficionados. Descansa en paz, «Cascarita».